Toluca, Edomex. 25 de febrero de 2019.- La CTM cumplió ayer 83 años. El brazo corporativo sindical del priísmo manifiesta estertores inaplazables. Fue notoria la ausencia del presidente, Andrés Manuel López Obrador; de la titular de la STPS, Luisa María Alcalde; y de la dirigente nacional del PRI, Claudia Ruiz Massieu. Tampoco asistió el gobernador mexiquense, Alfredo Del Mazo. Todos los involucrados enviaron representantes: Olga Sánchez Cordero por el gobierno federal; Martha Hilda González por el gobierno mexiquense. Ante la cacería contra la corrupción, los dirigentes cetemistas deberían pensar ya en el retiro o en su propio exilio.
Hay otra prioridad en el gobierno federal: la democracia sindical. En septiembre pasado, el Senado de la República ratificó por unanimidad el Convenio 98 de la OIT, lo que implica ejercer elecciones libres. Adiós a las dirigencias vitalicias del estilo Fidel Velázquez y Gamboa Pascoe. De las redes sindicales mexiquenses destaca la Confederación de Trabajadores y Campesinos (CTC) representada desde su surgimiento por Abel Domínguez Rivero; y junto a él, empuja la descendencia Raúl Domínguez Rex y su primo Abel Domínguez Azuz, ahora involucrados en el ejercicio del poder público. Priístas todos.
También como parte de la CTM se identifica a Armando Neyra Chávez, benefactor por décadas del régimen priísta, con apenas la primaria concluida ha sido cinco veces diputado federal y una ocasión senador. Su estirpe, ya ha dado un salto hacia un nuevo sindicato, más identificado con Morena. Ahí, en la Federación Autónoma de Trabajadores y Empleados del Estado de México, andan Jorge Neyra Sosa y José Reynol Neyra González. Quizá lo que haya por delante no sea la democracia sindical, sino el surgimiento de nuevas agrupaciones cercanas y convenientes al nuevo gobierno, que no necesariamente un nuevo régimen.
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Juan Pedro García reapareció tras un año en el ostracismo. En las elecciones del año pasado simplemente no logró colocar a nadie de los suyos en las candidaturas que prometió. Su presunta cercanía con el gobernador Del Mazo se leyó como una Fake news entre el círculo político. Algunos de sus promovidos hicieron berrinche, y se volvieron candidatos del Partido Verde. Otros más, mostraron el cobre de la deslealtad, y apoyaron abiertamente a candidatos de Morena, bajo el argumento de la exclusión a su “liderazgo”. La semana pasada, Juan Pedro volvió con sus acercamientos con el priísmo mexiquense, y ya le dieron una oficina en la sede del PRI estatal, según anunció él mismo en un comunicado.
Por un lado, Alejandra del Moral despide a operadores políticos a los que señala de “aviadores”. Por otra parte, el mismo priísmo arropa a Juan Pedro que acusó de “Lord Chambas” a un hombre cercano al gobernador Alfredo Del Mazo, con quien ahora se toma selfies y consigue meterse a la nómina del partido en crisis financiera. Entonces todo se reducía al dinero. Y luego, ¿cómo se llamó la obra?, ¿dónde queda el castigo a las traiciones anunciado por Del Moral? ¿Juan Pedro es el Cuauhtémoc García Ortega millennial, con carteras no reconocidas por los estatutos, pero que usa las redes sociales para sus beneficios e intereses de grupo? Bonita forma de cavar su tumba.
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