La de Calderón, no puede tomarse como una declaración casual. En adelante, el PAN avanzará de la mano de algunas encuestas y televisoras, para que la percepción pública se impregne de una contienda cerrada entre Josefina Vázquez Mota y Enrique Peña Nieto. Al partido en el gobierno le urge separarse de López Obrador y acercarse al puntero.
La injerencia calderonista es evidente en el proceso electoral desde hace meses. El presidente está en campaña, y para ello simula interpelaciones y diálogos en sus eventos públicos. Pretende mejorar su imagen pública y percepción ciudadana. Calderón está desatado y busca a toda costa influir en los resultados electorales de julio próximo.
Hace seis años, Fox se metió con fuerza e insistencia para descalificar en todo su cometido al puntero López Obrador, lo que terminó por beneficiar a Calderón. Al sexenio de vuelta, Calderón repite la historia, y aspira heredar el poder a Josefina Vázquez Mota. Mantener el poder parece ser la única misión de política pública planteada para el 2012.
Los programas sociales parecen ser la panacea del calderonismo para lograr la retención del poder. Los censos de pobreza, analfabetismo y desnutrición circulan como padrón electoral para aterrizar el clientelismo que redunde en el mayor número de votos posible para los comicios presidenciales. Los recursos financieros parecen inconmensurables.
El PRI ve con desconcierto las acciones del panismo. La buena noticia de la semana fue que Peña Nieto ya no bajó en las encuestas. La mala, que incluidas encuestas serias, Vázquez Mota sigue creciendo. Lo feo es que en Calderón ha perdido el recato para apoyar a su partido. Lo que está por venir será una guerra sucia sin igual para generar una debacle irreversible hacia el PRI.
En el PRD simplemente no logran meterse en la disputa. Por más conflictos y debates surgidos a partir de las elecciones presidenciales, el perredismo es incapaz de insertarse en el encono. El PAN parece que ha logrado su primer objetivo, aunque el puntero, está a 15 y no a 5 puntos de distancia. Lo mejor está por venir.