Toluca, Edomex. 23 de marzo de 2016.- La política de comunicación empleado por Eruviel Ávila se concentra en su promoción personal. Son escasas las ocasiones en que su gabinete asume roles protagónicos. Da la impresión de que la mitad de su equipo de trabajo simplemente no hace nada. También en esa misma lógica se demuestran los afectos del mandatario. Los secretarios más cercanos tienen un mayor margen de maniobra. Las posiciones que corresponden a componendas son acotados en su manejo mediático.
José Manzur, César Gómez Monge y Erasto Martínez mantienen una amplia presencia en medios. Eruviel privilegia además los eventos relacionados con la gobernabilidad, la salud pública y la infraestructura. Hasta hace un par de años, el gobernador salía a cuadro con Raymundo Martínez, Cruz Roa y el propio Erasto. Tras el reto electoral, debió jugar con nuevas piezas en su ajedrez. En segundo plano aparece Isidro Pastor.
En contraste, hay algunos secretarios que no aparecen ni por equivocación en la agenda pública de Eruviel. Muy pocos recuerdan los nombres de los secretarios de Finanzas y Educación. Joaquín Castillo y Simón Villar no figuran. Otros más como Heriberto Ortega y Contreras Nieto han tenido su segunda oportunidad en el gabinete pero simplemente no atan ni desatan. El bajo perfil de algunos secretarios hacen figurar que Eruviel navega solo con el reto de gobernar.
A pesar de los esfuerzos de Eruviel por explotar el uso de las redes sociales, a través de Facebook, Twitter o Periscope, el gran desafío en el Estado de México sería cerrar la brecha digital. El 60 por ciento de la población no tiene acceso a Internet. La desventaja social de quienes no tienen Internet se convierte en una condición de pobreza. Esa sigue como una consigna pendiente. Alrededor de 7 millones de pobres que no tienen capacidad de ver a Eruviel mientras recorre un vagón del Tren México – Toluca o se come unas tortas en Los Portales de Toluca.
—————
La aprobación de la “Ley Atenco” por parte de la bancada legislativa del PRD no debiera causar sorpresa. Desde hace 16 años, a pesar de su postura de izquierda, el perredismo mexiquense ha mantenido una cercanía con el régimen priísta. Montiel, Peña y Eruviel simplemente no han sufrido para con-vencer al PRD de votar siempre a favor de las reglas del sistema. La oposición en el Estado de México ha sido seducida por el poder del presupuesto público.
Las justificaciones que puedan dar los legisladores perredistas son insuficientes para avalar una Ley represora y autoritaria. El caso Atenco sólo sirvió para lucrar electoralmente, cuando se demuestra que el PRD votó a favor del gobierno. Con un mínimo de congruencia, hasta ahora, el Morena de López Obrador ha sido el único que ha mantenido distancia y resistencia del régimen del Grupo Atlacomulco, que apuesta por abarcarlo y dominarlo todo. Con esa oposición reducida, el PRI no tiene mucho de qué preocuparse para la elección de 2017.
Comentarios a contacto@www.planamayor.com.mx