La última encuesta de Consulta Mitofsky revela que la distancia entre Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota se redujo a 16 puntos, según el sondeo levantado tras la elección de la panista como abanderada presidencial. La encuesta dada a conocer ayer por Roy Campos revela que el ex gobernador tiene un 40 por ciento de las preferencias electorales; mientras que la ex secretaria de Educación Pública tiene el 24 por ciento de la intención del voto. Respecto de la última encuesta levantada hace 15 días, el priísta perdió otro punto, en tanto que la panista ganó dos puntos porcentuales para su causa. Las tendencias siguen mostrando preocupación para el equipo de campaña de Enrique Peña, por más que recorre el país y saluda a su estructura.
De acuerdo a los datos históricos de Mitofsky, en septiembre del año pasado, cuando Peña Nieto aún era gobernador de la entidad, le sacaba una ventaja de 30 puntos. Sin embargo, de octubre a la fecha, donde se juntaron factores como el librogate, el tweet de Paulina Peña, y la definición de su propia candidatura, el originario de Atlacomulco, entonces ubicado en 48 puntos de preferencia se desplomó 8 puntos, para ubicarse en escasos 40 puntos de intención del voto. En tanto que Vázquez Mota ha crecido en reconocimiento del electorado, y en las preferencias electorales que concita, para desplazar del segundo lugar a López Obrador, de quien ya se despegó 6 puntos. La confianza del panismo está a la alza en víspera de las campañas.
En términos absolutos, Josefina redujo 15 puntos la ventaja de Peña Nieto en un plazo de cinco meses. La esperanza del panismo se concentra en que restan otros cinco meses donde buscarán reducir una ventaja similar de 15 puntos para ganar los comicios de julio próximo. La consigna aunque complicada, no se considera imposible, ni para la candidata, ni para sus publicistas, ni para los medios afines a su causa. Lo más importante, es que en el plazo de intercampañas comprendido entre el 15 de febrero y el 30 de marzo, Josefina se separa 10 puntos a la alza del tercer lugar López Obrador, y se acerque a una cifra de 10 puntos a la caza de Peña Nieto.
Otro dato revelador, es el que muestra el voto cambiante. Pues de cada 100 votos que dicen tener una preferencia por el PRI, 16 manifiestan que pueden modificar su decisión. En la misma circunstancia, de cada 100 sufragios inclinados por el PAN, 18 opiniones se pronuncian por un posible cambio al día de la elección. Y de cada 100 votos reportados para el PRD, un total de 19 refieren la alternativa de modificar su decisión a la jornada electoral. Lo anterior, explica la amplia expectativa que puede generar una campaña electoral, y que los misiles almacenados en cada cuarto de guerra serán definitivas para confirmar o revertir tendencias, cuando faltan cinco meses para la fecha de la elección.
Un dato adicional es que 17 de cada 100 encuestados no manifiestan preferencia. Entre los votos cambiantes que trae consigo cada candidato, y los votos indecisos que no expresan preferencia, podría existir un vacío de sufragios cautivos, que serán el objetivo de las campañas electorales que están por iniciar. Aunque mucho se insiste en que la elección presidencial no será una cuestión de género, lo cierto es que en términos de la encuesta recién levantada, su condición de mujer le aporta a Vázquez Mota dos puntos porcentuales. Por ello se explican los primeros ataques del lopezobradorismo y de Peña Nieto para evitar que esa sea una razón que le aporte votos a la panista.
Para el discurso panista durante la campaña electoral, el propio Roy Campos suelta un dato revelador. En el año 2000, Francisco Labastida aventajaba con 7 puntos a Vicente Fox Quesada; mientras que en el 2006, Andrés Manuel López Obrador sacaba 7 puntos de Felipe Calderón, ambos datos del mes de febrero del año electoral; en ninguno de los casos ganó el puntero de las encuestas, y fue remontado por la segunda posición en la intención del voto.