Toluca, Edomex. 22 de diciembre de 2015.- Ayer, el presidente Enrique Peña Nieto nombró a Rafael Tovar y de Teresa como nuevo titular de la Secretaría de Cultura, la dependencia recién creada por el proyecto peñista. En esencia se fortalece el grupo salinista al interior del gabinete federal, en el que se distinguen Claudia Ruiz Massieu Salinas, Emilio Lozoya, José Antonio González Anaya, Otto Granados Roldán, José Carreño Carlón, Andrés Massieu Fernández, entre otros. La influencia salinista ha ganado espacios conforme avanza en madurez el gobierno de Enrique Peña.
Rafael Tovar y de Teresa encabezó el proyecto de crear la secretaría de Cultura, y la recompensa es que encabezará la dependencia federal de reciente aprobación. Tovar y de Teresa presidió el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) durante el sexenio de Carlos Salinas. Desde diciembre de 2012, Enrique Peña lo designó como director general de la misma dependencia. Hace unos meses, empujó la necesidad de convertirla a Secretaría. Bajo la aprobación de los legisladores de todos los partidos, ya existe otra Secretaría en el gabinete presidencial.
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Uno de los proyectos culturales impulsados por Enrique Peña Nieto desde que era gobernador del Estado de México, era promover un espectáculo de luz y sonido en la zona arqueológica de Teotihuacán. El proyecto fue rechazado por los grupos sociales y académicos más tradicionalistas y debió enviarse al archivo muerto, frente a un gran desgaste institucional, particularmente del entonces secretario de Turismo, Alfredo del Mazo Maza. Al paso de siete años -pues dicho proyecto fue cancelado en 2009-, el programa de luz y sonido en Teotihuacán se verá cristalizado.
Primero fue la reactivación del Aeropuerto Internacional en Texcoco, cancelado en el sexenio de Arturo Montiel. Ahora el proyecto de Teotihuacán ha sido reactivado con total sigilo. El gobernador Eruviel Ávila anunció ayer que se tiene todo listo para, en el mes de abril, echar a andar el proyecto de luz y sonido de la zona arqueológica más importante del país y con mayor riqueza cultural. En las semanas por venir, se deberá medir la resistencia social y las reacciones que pudieran generarse al respecto.
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A más de 24 horas del rescate del delegado del Cisen, Jaime Ramos Neri, las autoridades federales y estatales han sido omisas en otorgar una versión oficial sobre el asunto. A la fecha, no hay datos precisos sobre su liberación, si se pagó una cantidad económica para librarlo de sus captores. Nada se sabe de las causas del móvil ni mucho menos de la identidad de sus plagiarios. El asunto mientras más se alarga profundiza en los supuestos de su eventual secuestro. Las autoridades apuestan al olvido del caso, cuando su obligación estaría en otorgar certezas y explicaciones ciertas.
El protagonismo mediático que caracteriza al secretario general de gobierno, José Manzur Quiroga; así como al procurador general de justicia, Alejandro Gómez Sánchez, se ha ausentado del escenario político reciente. Han aplicado el síndrome del avestruz, para esconder la cabeza en un momento de honda crisis de credibilidad e institucional. Las autoridades federales, involucradas directamente en el secuestro de un funcionario federal, tampoco han expresado ni manifestado posturas oficiales. Lo que han proliferado son especulaciones, rumores y versiones extraoficiales que agudizan la crisis.
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