Toluca, Edomex; 22 de septiembre
de 2023.- Ha pasado una semana de que Delfina Gómez asumió la gubernatura
mexiquense. Ha sido, en general, una transición muy tersa. Lo más importante
para el gobierno entrante es tener un diagnóstico general de cada área sobre
asuntos pendientes y urgentes. Después vendrá, en cada caso en particular, un
plan de acción para mejorar condiciones en materia de seguridad, educación,
salud, combate a la corrupción, movilidad, bienestar social, etcétera. Todo a
su tiempo, y todo con calma.
En la agenda pública,
quienes esperaban una oleada de cambios, se quedaron con las ganas. En algunas
dependencias, ya hay un fluido intercambio de información con los próximos
subsecretarios, coordinadores y directores generales, pero hasta ahora nada es
oficial. Eso ha generado tranquilidad entre la burocracia mexiquense que
esperaba desde el lunes pasado, quedarse sin chamba. Lo cierto es que, la
transición no será abrupta ni precipitada.
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Delfina Gómez apuesta a
eliminar algunos mitos sobre los gobiernos morenistas. Entre ellos, demostrar
que no está peleada con el sector empresarial. Para empezar, designó a Laura
González -exlideresa empresarial- como secretaria de Desarrollo Económico. Y como
primer evento con los sectores sociales, se reunió con dirigentes del ramo,
arropada por el texcocano Francisco Cervantes. La gobernadora asume que aquí,
en el Estado de México, existe una robustez en la generación de riqueza, lo que
hace falta es una adecuada distribución.
Quien ya olvidó sus
fobias al lopezobradorismo es el panista Enrique Vargas, quien junto a su esposa
Romina Contreras, fueron complacientes con la visita de Delfina Gómez a
Huixquilucan. Tal parece que el panismo ya estará dispuesto a aprobar las
reformas constitucionales y legales que impulse la actual gobernadora sin
resistencias ideológicas, como ocurría en el pasado reciente. Los tiempos cambian,
cuando las elecciones se pierden abrumadoramente.
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Alejandro Moreno,
dirigente nacional del PRI, tuvo una nueva convocatoria, ahora bajo la
denominación de la clase política mexiquense. El círculo de asistentes fue
palomeado por Ana Lilia Herrera. Nada nuevo bajo el sol. Los mismos de siempre,
bajo la promesa de la renovación del priísmo local. Otra vez, Alito insistió en
que se requiere una toma de decisiones hacia el futuro. La mayoría de los
presentes solamente escuchó, pero no le creyó ni la mitad.
Entre los convocados
estuvieron César Camacho y Carolina Monroy, en su calidad de expresidentes
nacionales del PRI. Como exdirigentes estatales Heberto Barrera, Arturo Ugalde,
Jaime Vázquez, Ricardo Aguilar, Carlos Iriarte y Alejandra del Moral. Los
eruvielistas José Manzur y Aarón Urbina. Los cuadros nuevos: Armando Neyra, Yolanda
Sentíes y Alejandro Ozuna. Repitieron en la mesa Miguel Sámano y Elías Rescala.
El consenso no se alcanza, ni llegará.
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