Toluca, Edomex. 22 de marzo de 2017.- Faltan menos de dos semanas para el arranque de las campañas electorales, y en el equipo de campaña de Alfredo del Mazo se advierten duplicidad de funciones y una encarnizada lucha por el poder en la toma de decisiones. Los nuevos ajustes han generado mayores dudas que certezas, y pone de manifiesto que los exgobernadores buscan incidir en la campaña delmacista. El escenario de una elección competida se puede convertir en riesgo de derrota, ante tanto capitán y poca tropa para ejecutar la elección.
Con las nuevas definiciones, nadie entiende y nadie sabe cuáles serán las funciones que desempeñarán Ernesto Nemer como coordinador de campaña; y Enrique Jacob como jefe de oficina del candidato. Sólo se puede entender que Nemer es una cuña de los grupos de poder; mientras que Jacob es un hombre de toda su confianza. Con Nemer compitió en el último tramo de la contienda interna. Jacob fue su jefe político hace casi una década.
Otro factor de incertidumbre son las funciones entre Darío Zacarías Capuchino designado secretario de organización priísta, y Miguel Sámano, secretario de acción política. Ambas funciones parecen empatar la estrategia de promoción y movilización del voto. Zacarías es un hombre identificado con Eruviel Ávila; Sámano jugó hasta el último tramo su apuesta con Ana Lilia, y ha llegado al primer círculo delmacista con el arropo de su tutor político, Arturo Montiel.
Una más, se advierte entre el delegado del CEN, Ismael Hernández Derás; y el ahora delegado especial, Jorge Carlos Ramírez Marín. Ambos, se apuntan como la supervisión del priísmo nacional para evaluar la campaña. Ismael fue gobernador de Durango en el mismo periodo en que Peña Nieto era mandatario mexiquense. Jorge Carlos, un hombre cercano a Beatriz Paredes, se vinculó con Luis Videgaray, cuando ambos fueron diputados federales en 2009. Su operación le alcanzó lo suficiente para formar parte del gabinete peñista en el primer tercio de su administración federal.
Los grupos de poder deberán concitar intereses. La elección será definida desde Los Pinos porque una derrota significaría la mayor debacle del Grupo Atlacomulco que vive su mayor ocaso desde que llegó a la presidencia. El último bastión electoral del PRI nacional se concentra en el Estado de México, que coincidentemente reúne el mayor padrón electoral del país, con cerca de once millones de votantes; aunado a que se trata de la tierra natal del peñismo.
Ante la desaprobación que padece Peña Nieto a nivel nacional, su círculo más cercano insiste en que el último reducto que tendrá el hoy presidente al finalizar su mandato, será recluirse en el Estado de México, siempre y cuando el poder político sea detentado por su mismo grupo, y particularmente por su primo Del Mazo. Para el Grupo Atlacomulco no hay posibilidad de margen de error.
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La tesorera del ayuntamiento de Otumba, Blanca Alicia Galicia Jiménez aclaró que existe un error en la pagina de transparencia del municipio, donde se señala que el alcalde José de Jesús Alfaro Rojas, tiene una «gratificación especial anual» equivalente a 365 días de trabajo, lo que significaría algo así como 770 mil pesos.
La funcionaria afirmó que no existe ningún acuerdo del cabildo en ese sentido, ni se ha entregado una gratificación de este tamaño al edil, pues en realidad se trata de un error de captura del encargado de transparencia del municipio, al momento de subir los datos sobre percepciones de los funcionarios del ayuntamiento a la plataforma de Ipomex.
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