Toluca, Edomex; 21 de octubre de 2022.- ¡Vaya creatividad! El PRI mexiquense decidió crearle un traje a la medida a Alejandra del Moral, bajo la denominación de Coordinadora de la Defensa del Estado de México; un encargo muy semejante al que hoy detenta Delfina Gómez, como coordinadora de los comités de defensa de la 4T. El priísmo estatal se ha sometido a las reglas, las formas, los tiempos y el nombre de sus adversarios. ¡No hombre, unos genios!, diría el clásico.
Toda decisión política siempre tiene damnificados. La tarde de ayer jueves, el gobernador Del Mazo habría sostenido una reunión con sus corcholatas: ahí estaban Alejandra, Ana Lilia, Laura, Martha Hilda, Eric, Elías y Ricardo. El primer priísta les comunicó la decisión de que Del Moral tendría nuevo encargo, para abrirle aún más, el camino empedrado hacia la candidatura priísta. De ahí, deberían ir al partido para arroparle. Herrera se excusó, salió molesta y ya no se presentó a la prelación de la izcallense. La decisión parece tomada.
En la acera de enfrente, se deberá evaluar la reacción que sostendrá Enrique Vargas -quien mantiene su esperanza de ser candidato de la alianza prianista-; y del perredista, Omar Ortega. Todavía no hay un proceso de negociación formal, pero está claro que el planteamiento sobre la mesa, ya no será sumarse únicamente a la coalición, sino respaldar la postulación de la candidata del salario rosa. Ahí, Vargas puede ponerle un costo político muy alto a su declinación, que iría desde posiciones en el gobierno estatal del próximo sexenio; hasta el reparto de candidaturas de las elecciones locales de 2024.
Del Moral reconoció el liderazgo de sus adversarios: Herrera, Barrera, Martha, Rescala, Sevilla y Aguilar. Ni en el templete ni en el discurso hubo lugar para Ernesto Nemer, Carolina Monroy o Carlos Iriarte, que también tenían su aspiración. Deberá venir un proceso de inclusión en el trabajo territorial.
Lo cierto es que, en su contienda interna, Del Moral enfrentaba cotidianamente dos adversarios: la competencia de posicionamiento con Ana Lilia; y la estrategia de futurismo electoral en contra de la morenista, Delfina Gómez.
La extitular de la SEP ya recorre a diario el Estado de México, se reúne con las estructuras de la 4T, bajo el pretexto de su encargo de senadora. A partir de este viernes, Alejandra ya no sólo hará giras para repartir tarjetas del salario rosa, sino que tiene un cargo que nadie sabe en qué consiste, pero sí cómo funciona: mantener vivas las giras de trabajo de la delfina delmacista.
La designación anticipada de Alejandra como coordinadora de la Defensa del Estado de México deja abiertas heridas, en un proceso interno de facto, que parecía inacabado, y que tendría su punto culminante hacia el mes de enero.
Quien haya sido el artífice de dicha estrategia, ahora ha delegado en Del Moral la necesidad de construir un amplio consenso en torno a una candidatura que parece ya decantada, y que segrega a otros grupos políticos; particularmente exgobernadores que no se sienten ahí representados o incluidos en el proyecto.
Alfredo Del Mazo aprendió la lección de su pasado reciente. Ha dado un manotazo sobre el escritorio para lanzar una señal contundente: la candidatura se decide en Lerdo 300. No permitirá chantajes ni indisciplinas, mucho menos por parte de priístas que pretendían hacer de la rebeldía su mejor arma.
Tampoco quiso poner en riesgo poner la candidatura en manos de un externo, con el cual el priísmo no se sintiera identificado y lo llevara a un abismo. Cualquier analogía entre Eruviel y Meade con Ana Lilia o Vargas, es mera coincidencia.
Faltan tres largos meses para definir la candidatura, aunque todo parece muy favorable para Alejandra del Moral; porque si camina como pato, grazna como pato y nada como pato, entonces es un pato.
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