Toluca, Edomex. 20 de agosto de 2015.- La sucesión por la gubernatura del Estado de México ha comenzado. Ayer en la Asamblea de Consejeros Políticos de la entidad arrancó cada quien a mostrar su músculo político. El PRI mexiquense ratificó su apoyo a favor de Manlio Fabio Beltrones y Carolina Monroy como futuros presidente y secretaria general del PRI nacional. En el encuentro Ana Lilia Herrera fue la más aplaudida, aunque al final el más buscado, y asediado para tomarse la foto del momento fue Alfredo del Mazo. Hasta ahora Alfredo del Mazo, Carolina Monroy, Ana Lilia Herrera, José Manzur y Ernesto Nemer parecen los más visibles pero no los únicos actores en la ruta sucesoria del gobernador Eruviel Ávila.
Ayer Alfredo del Mazo Maza dio un gran salto en su aspiración por la gubernatura mexiquense. El nieto e hijo de exgobernadores fue nombrado coordinador de los diputados federales. Esa posición política lo puso por delante del resto de 36 legisladores que pudieran aspirar, incluidos su prima Carolina Monroy, y otros liderazgos como Carlos Iriarte o Martha Hilda González. Desde San Lázaro sorteará la posición más visible por alcanzar la candidatura priísta al Poder Ejecutivo estatal.
Carolina Monroy también figura como el gran liderazgo del Grupo Atlacomulco al interior del priísmo nacional. La exalcaldesa de Metepec concita como pocos su cercanía con exgobernadores como Montiel, Chuayffet y Peña. Su nueva encomienda partidista la posiciona como la cuña mexiquense de Manlio Fabio Beltrones, pero también como la carta más expuesta al posicionamiento mediático. El PRI nacional genera los reflectores para promocionar a cualquiera. Carolina quiere y puede ser la abanderada priísta.
Otra mujer apuntada en el proceso sucesorio es Ana Lilia Herrera. En la actual coyuntura parece haberse rezagado, pero está generando el trabajo territorial para convertirse en la opción de la base militante. Mientras Alfredo y Carolina tienen el arropo de la élite política, Ana Lilia le apuesta a ganar su candidatura de abajo hacia arriba. La senadora lleva tres años en campaña. Desde el Movimiento Territorial y con su trabajo legislativo busca ganar las simpatías en la toma de decisiones final. El 2017 está más próximo de lo que aparenta, y Herrera trabaja para ser la favorecida del PRI mexiquense.
Que nadie descuide a Pepe Manzur que se advierte obsesionado con la candidatura priísta. Desde su regreso a tierras mexiquenses como secretario de gobierno, un día piensa en ser gobernador, y el otro también. Manzur ha vendido la idea de que su operación fue fundamental para que muchos salieran candidatos en meses pasados, y que fue su mano y su experiencia las que le deben el triunfo. Pepe buscará cobrar las facturas electorales para su causa personal. La promoción resulta inevitable desde la empoderada Secretaría General de Gobierno. Un enroque a la dirigencia estatal del PRI podría cambiar por completo su actual aspiración política.
En el gabinete federal, partiendo de atrás, se encuentra Ernesto Nemer Álvarez. Ya fue precandidato hace cuatro años. Como subsecretario de Desarrollo Social aprovecha cada oportunidad para placearse por el Estado de México. El asistencialismo siempre posibilita un potencial de aproximación comunitaria. Ernesto no ha perdido el rumbo. Lleva en campaña desde hace cuatro años. El exsecretario general de gobierno ha hecho de su posición en Sedesol una ventana de promoción. Ha comenzado desde hace casi un año un acercamiento tangible con líderes de opinión y medios de comunicación.
La lista no está cerrada. La incógnita es si Eruviel Ávila buscará formar en la lista a uno de los suyos. En esa posibilidad se puede advertir la presencia de Erasto Martínez, convertido en el hombre de mayor influencia, como titular de la Secretaría de Infraestructura. Nadie descarta aún el ascenso de Raymundo Martínez a quienes ya promocionan como futuro secretario General de Gobierno. Y si de promocionar una imagen más fresca se trata, la apuesta del eruvielismo favorece a César Gómez Monge.
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