Toluca, Edomex; 20 de junio de 2024.- Han pasado tres semanas de que concluyeron las campañas electorales, y en prácticamente todos los espacios del poder público, las cosas parecen permanecer en pausa o que avanzan lentamente. Alcaldes y diputados que están próximos a concluir sus funciones ya han abandonado sus oficinas. En el caso del Congreso local, en un par de meses, arrancará la nueva Legislatura, y para entonces, habrá un cierre de año inercial: recibir el primer informe de la gobernadora y aprobar el paquete presupuestal del 2025. No habrá sorpresas ni sobresaltos para lo que resta del año.

La gran expectativa se concentra en la nueva configuración política que habrá en la Legislatura estatal, con una abrumadora mayoría morenista. El papel que pudiera jugar una oposición destinada a jugar un papel testimonial, donde el PRIAN fracasó electoralmente, y eso reducirá su presencia sustancialmente en los espacios de decisión legislativa. Y otros partidos, que han crecido exponencialmente, y que podrían tener un protagonismo diferente: el PVEM, es el caso más notorio.

Siete largos meses son los que transcurren entre la jornada electoral, y el arranque de los gobiernos municipales de quienes resultaron alcaldes electos el pasado 2 de junio. Hay un puñado de casos, en donde los gobiernos salientes quedarán acéfalos en un par de meses, pues algunos presidentes municipales en funciones ganaron espacios como diputados federales y locales; y el caso de la senadora electa. Ahí, quienes se queden a completar el periodo de gobierno lo harán para administrar la inercia. Quien paga esos vacíos de poder son los electores.

En los casos de la reelección, lo que sucederá en el mes de enero, es que entrarán en funciones nuevos regidores. En una treintena de municipios mexiquenses, los alcaldes que hoy gobiernan, lo harán por tres años más. Y eventualmente, habrá algunos ajustes en la designación de nuevos directores municipales para cumplir compromisos políticos. Ahí, no se notará tanto el letargo político de los Ayuntamientos. Si los gobiernos resultaron medianamente buenos, seguirán su curso normal. Si salieron abundantemente malos, también deberán soportar esa impericia por un trienio más. Esa es su realidad.

Pero el caso más complejo es donde sí habrá alternancia electoral. Y donde además, los alcaldes que buscaban reelegirse fueron derrotados. Si salir a hacer campaña fue altamente difícil, ni se diga regresar a las oficinas de gobierno donde ya cuentan las horas para que finalice su mandato. A pesar de que la veda electoral ya concluyó hace tres semanas, hay alcaldes que todavía no reanudan sus acciones de gobierno. La memoria colectiva recuerda que presidentes municipales que pierden en las urnas, cierran de la peor manera sus gobiernos.

En paralelo, el gobierno estatal también ha reanudado actividades de manera aletargada. Hace un par de semanas, la gobernadora Delfina Gómez anunció una gira por los 125 municipios, lo que podría ser detonante para reactivar la agenda pública. También han comenzado a recabar desde todas las áreas, las actividades relevantes para lo que será su primer informe de gobierno; pero hay Secretarías que tienen muy poco que aportar. Por ahí, podrían estar las claves cuando se evalúan los siguientes ajustes al gabinete estatal.