Toluca, Edomex; 20 de enero de 2024.- Las plazas laborales de la estructura gubernamental son de confianza, particularmente aquellas vinculadas a cargos donde se desempeñan los mandos medios y superiores. Eso implica que esos puestos de trabajo están reservados, además, a la clase gobernante identificada con los partidos políticos en su disputa por el poder público. Al ser puestos de confianza, la burocracia dorada asume que, con cada cambio de gobierno su encargo público puede concluir con la misma naturaleza con que consiguieron su trabajo tres o seis años antes. Desde hace tres semanas, los alcaldes que iniciaron funciones han comenzado a solicitar renuncias a militantes y simpatizantes partidistas para incorporar a su propio círculo de confianza a los gobiernos municipales; sin embargo, ahora el panismo busca aferrarse a sus cargos, y el propio dirigente estatal Anuar Azar, ofrece asesoría legal para reclamar su reincorporación o su liquidación por posibles «despidos injustificados». No les bastó con el desaseo financiero que heredaron en varios gobiernos municipales, ahora van por un nuevo saqueo a través de laudos laborales.
Las demandas laborales representan un severo pasivo financiero para todos los gobiernos municipales cada tres años. Abonar a que estas deudas financieras crezcan por intereses de grupo o afinidades partidistas, no parece la mejor estrategia para ganar votantes dentro de tres años. Es una realidad que, los alcaldes, abusan de su poder público, ya sea por fomentar procesos de afiliación de sus trabajadores al sindicato de los burócratas, o bien, por autorizar liquidaciones exorbitantes. Ahora que el OSFEM está obligado a demostrar su capacidad auditora, podría comenzar por una investigación de los laudos laborales que se desarrollan en cada municipio.
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La izquierda ha sido criticada severamente cuando ha mostrado cercanía, afecto o complacencia con gobiernos latinoamericanos de ideología parecida como ocurre en los casos de Cuba o Venezuela. Pero la derecha no se ayuda, con senadores que acuden gustosos a la toma de protesta de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, un mandatario que ha sido un duro crítico de los migrantes mexicanos; y quien antes de asumir el poder político ha lanzado amenazas en su relación bilateral con México. El conservadurismo panista se decanta por aplaudirle al presidente norteamericano que ha lacerado a los paisanos indocumentados, ya sea con una narrativa que los criminaliza, o bien, con políticas migratorias que lastiman a miles de familias mexicanas. ¿Y así piensan construir una candidatura hacia el 2029? Es notable que estos políticos mexicanos no entienden que no entienden.
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En la víspera, Cristina Ruiz se reunió con un puñado de alcaldes priístas en busca de legitimar su elección como dirigente del PRI mexiquense por los próximos cuatro años. Ahí estuvieron David Sánchez Isidoro de Coacalco, Ana Muñiz Neyra de San Mateo Atenco y Saray Benítez de Mexicaltzingo. La naucalpense les pidió cerrar filas en torno al instituto político, y ayudarla desde el poder público a recuperarse electoralmente. El mayor reto en estos momentos de apremio, cuando no hay un año electoral por delante, es evitar que más y más priístas abandonen el barco, porque dentro de tres años será aún más complejo la construcción de estructuras ante la falta de un aparato de gobierno, y la carencia de recursos económicos que es lo que hace funcionar las clientelas electorales. En la acera de enfrente, desde la 4T, lanzan guiños para sumar más liderazgos a la causa oficialista.
A pesar de que, PAN y PRI habían anunciado poner un alto a su alianza electoral para los comicios de 2027, ahora los liderazgos políticos del bloque opositor han tomado como bandera política el reclamo de reducir el precio de las gasolinas a 10 pesos, para hacer cumplir «la promesa de Morena» cuando se fundó como partido político. Lo cierto es que, ambas posturas del prianismo carecen de calidad moral para pedir que se quite el impuesto que ellos mismos crearon, aprobaron y financiaron sus excesos y privilegios, bajo el argumento de aquel priísta que justificaba: ¿qué hubieran hecho ustedes?