El 21 de enero está marcada como una fecha crucial para el registro de candidatos únicos al Senado de la República por parte del PRI rumbo a los comicios federales del mes de julio. Las apuestas hoy apuntalan a las figuras de dos ex gobernadores como los más proclives a contender por una curul en la Cámara Alta. Se trata de Emilio Chuayffet, actual diputado federal y coordinador de los legisladores mexiquenses en San Lázaro; y de Alfredo del Mazo González, ex diputado federal. Ambos enemistados históricamente, y segregados en sus grupos políticos del gobierno que encabeza Eruviel Ávila. La revancha política corre de su lado, y aprietan fuerte para ser la primera posición del priísmo a la senaduría.
Entre las mujeres, el nombre de Rosario Robles surgió entre las cenizas de la barra programática que desaparece de Televisión Mexiquense. Aunque con gran arraigo en la entidad, no se debe descartar a Martha Hilda González Calderón y Ana Lilia Herrera Anzaldo, ambas cartas jugadas por el montielismo. María Elena Barrera es el as bajo la manga del peñismo. Y muy de atrás arranca Azucena Olivares, que de convertirse en senadora, sería una piedrita en el zapato en la carrera sucesoria de 2017, como una candidata natural para la gubernatura dentro de cinco años.
Quienes sean los elegidos al Senado de la República, deben tener presente la sólida posibilidad que en su condición de mexiquenses y frente a un posible triunfo de Enrique Peña, su operación política deberá ser de un perfil elevado para alcanzar los consensos sobre todo en los temas que al propio PRI le genera animadversión como la apertura de Pemex al sector privado, y la insistencia de la cláusula de gobernabilidad y la eliminación de 100 diputados plurinominales; reformas legales nada fáciles de llevar a la práctica.
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Poco se ha sabido de las funciones que desempeña la subsecretaría de Desarrollo Municipal -creada por Eruviel Ávila en el mes de octubre-, la cual encabeza Benjamín Fournier Espinoza. Como parte de la estructura de la secretaría general de gobierno, la nueva dependencia sólo fue formalizada en el mes de octubre, sin que hasta la fecha se tenga claridad sobre sus atribuciones, avances y balances a más de dos meses de su creación.
Entre los pendientes de Eruviel Ávila está la creación del Instituto de la Economía Social y Solidaria. La dependencia que prometió en campaña, cuando sumó a sus operadores políticos a René Arce y Víctor Hugo Círigo, dos hombres identificados ampliamente con la izquierda del Distrito Federal, pero que a últimas fechas se han vuelto en artífices de la maquinaria priísta en la capital del país. El nuevo y futuro instituto, al igual que la dependencia de Fournier, nadie sabe para qué servirá, pero es parte de las promesas de campaña.
La lógica eruvielista responde a la creación de dependencias como parte de esas componendas políticas hechas en campaña. En los primeros meses de gestión ya suma la Secretaría de Seguridad Ciudadana y la Subsecretaría de Desarrollo Municipal. Hasta en eso tiene semejanza su gobierno con el de Arturo Montiel que dividió secretarías como Comunicaciones y Transportes; Obra Pública y Desarrollo Urbano, y creó otras como Turismo, además de fusionar Finanzas y Administración. Ese pues, será el sello de la casa.