Toluca, Edomex. 18 de mayo de 2017.- Las últimas dos campañas electorales del panismo mexiquense pasarán a la historia por el desastre. A pesar de que Josefina Vázquez Mota arrancaba en algunos sondeos como primero y segundo lugar de las preferencias, actualmente se ubica en la cuarta posición de las encuestas. Lejos han quedado los tiempos en que el PAN ponía en jaque al priísmo, y amenazaba con ganar la gubernatura. Su fuerza en tierras mexiquenses se encuentra minada y un escenario desolador.
En 1999, el candidato José Luis Durán hizo una campaña desafiante que puso en aprietos al poder atlacomulquense. En la historia electoral del Estado de México, fue la elección más competida para gobernador, con un triunfo reñido y altamente cuestionado a favor de Arturo Montiel. Durán pudo haber dado un golpe de autoridad, pero pudo más la estructura priísta para que triunfara Montiel. Eran los tiempos en que el panismo ascendía bajo la idea del cambio, lo que se ratificaría con el triunfo del PAN en la elección presidencial de 2000.
Seis años más tarde, Rubén Mendoza Ayala se impuso con una candidatura de gran identificación. Aunque inició en el primer lugar de las preferencias, sus malas decisiones, y algunos advierten que sus componendas con el poder político priísta, lo relegaron al segundo lugar. La segunda fuerza del panismo le permitió retener la Presidencia de la República en la elección de 2006. En paralelo, eran los tiempos en que el panismo dominaba el denominado corredor azul.
Hace seis años, Luis Felipe Bravo Mena encabezó una candidatura desastrosa. El naucalpense apenas pudo rebasar los 500 mil votos, muy lejos de los más de 3 millones de sufragios de Eruviel. Fue relegado al tercer lugar de la contienda. La candidatura de Bravo Mena fue la menos votada de los últimos 18 años para el panismo mexiquense. El resultado de los comicios mexiquenses confirmó la debacle blanquiazul, ante la derrota electoral presidencial del 2012.
Josefina Vázquez Mota desarrolla una contienda errónea. Simplemente no existe unidad en los grupos panistas, y eso se refleja en los eventos de la candidata. Sólo el alcalde de Huixquilucan, Enrique Vargas parece apoyarla. El resto de los ediles panistas, se han hecho a un lado. Los fantasmas de traición de la elección presidencial rondan su cuarto de guerra. Ubicar a Vázquez Mota en cuarto lugar podría situar al PAN en una posición vergonzosa en el Estado de México, y una situación cuesta arriba rumbo a la elección de 2018. El panismo puede perder su retorno a Los Pinos en los comicios del 4 de junio.
En esa lógica, el priísmo de Alfredo del Mazo busca capitalizar el desfondamiento de la campaña de Vázquez Mota. En la medida que Josefina se aleja de una posición competitiva, en la campaña delmacista hacen un llamado al voto útil a favor del Grupo Atlacomulco para cerrarle el paso a Morena y Delfina Gómez. Si la ecuación resulta favorable, el PAN podría seguir cayendo y tocando fondo.
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