Enrique Peña Nieto no cuenta con una sino con dos oficinas en la zona residencial de Bosques de las Lomas, desde donde operan dos equipos muy cercanos a sus vínculos políticos, sus lazos empresariales y sus relaciones con medios de comunicación rumbo a Los Pinos. Se calcula que son cerca de 100 personas que laboran para la causa presidencial de Peña Nieto, entre asesores, asistentes, equipo de comunicación social y logística, muchos de ellos ex colaboradores de Peña Nieto cuando fungió como gobernador. La gran incógnita es ¿cuánto cuesta la manutención de ese robusto equipo? ¿y quién lo sostiene? ¿de dónde salen esos recursos financieros?
Peña Nieto cuenta con una tercia de ”Luises» en su grupo de colaboradores cercanos. Los tres con diferencias pronunciadas trabajan para la misma causa. Se trata de Luis Videgaray -ex aspirante a la gubernatura mexiquense y ex secretario de finanzas-; Luis Miranda Nava -ex secretario general de gobierno y candidato perdedor por la alcaldía de Toluca-; además de Luis Felipe Puente -ex secretario del Transporte y un operador electoral nato-. Ellos son quienes apuntalan y despachan al lado de Peña Nieto, que conociendo su origen y destino, ya han generado una serie de fricciones en el círculo cercano del aspirante presidencial.
La lista de colaboradores cercanos a Peña Nieto la completan Erwin Lino Zárate y David López Gutiérrez. El primero, sigue desempeñándose como secretario particular del ex mandatario; mientras que en el caso de López, aún permanece como vocero del aspirante presidencial. Entre Videgaray y David López acompañan por todos lados a Peña Nieto, ya sea en entrevistas con medios de comunicación o en los foros para conformar la plataforma electoral, o en comidas con la cúpula priísta, entre otros. Ambos son la sombra de Peña Nieto, y podrían convertirse en la piedra en el zapato del ex mandatario cuando endurezcan los embates de la guerra sucia.
————————
La política de comunicación social del Gobierno del Estado de México es tendiente a centralizar los mensajes en torno al mandatario estatal, Eruviel Ávila Villegas. La instrucción central es que los secretarios tengan una escasa participación en el aspecto mediático. En remembranza al sistema presidencialista que instauró el priísmo, la figura central y casi única de este gobierno es Eruviel. El resto de los integrantes deben guardar un bajo perfil, y convocar a sus eventos a través de la Dirección General de Información, y los comunicados relevantes que sean de otras áreas, se difunden desde Comunicación Social de gubernatura. Nada de irse por la libre.
Quien anda como león enjaulado es Ernesto Nemer Álvarez, el secretario general de gobierno busca el reflector por todos los rincones de su oficina. Pretende salir a los medios con la misma frecuencia e impacto que lo hacía como diputado local y en su calidad de presidente de la Junta de Coordinación Política. Nemer se encuentra en calidad de damnificado político, y lo peor de su escenario se vislumbra cuando le quiten de su poder a la actual Agencia de Seguridad Estatal, para que ésta se convierta en secretaría. La dependencia que encabeza Nemer se convertirá para entonces en una mera oficialía de partes, y tendrá menos pretextos para salir en los medios.
Otro que se siente en calidad de muerto, a propósito de la fecha, es el Procurador de Justicia de la entidad, Alfredo Castillo, quien ha minimizado su aparición en conferencias de medios, y ahora lo hace siempre -por órdenes superiores- acompañado de Salvador Neme, para demostrar una fallida campaña de coordinación entre la PGJEM y la ASE. Lo único cierto son las diferencias irreconciliables entre Neme y Castillo, y en medio queda el combate a la criminalidad.