Toluca, Edomex; 14 de junio de 2024.- Delfina Gómez cumplirá el fin de semana, nueve meses al frente de la gubernatura mexiquense. No ha sido un proceso sencillo, para considerar que se rompieron con 93 años de gobiernos priístas. A partir del mes de octubre, enfrentará una nueva realidad política. Aunque habrá continuidad del proyecto de la denominada Cuarta Transformación, está claro que las formas y hasta los temas que impulsará Claudia Sheinbaum serán diferentes. A su favor, podría advertirse es que la agenda metropolitana, finalmente, formará parte de los grandes detonantes del sexenio por venir.

A pesar de las victorias morenistas del pasado 2 de junio, todavía hay una agenda política que deberá resolverse entre diversas pugnas internas. Por un lado, se deberá definir al coordinador parlamentario en el Congreso local, que se convertirá de facto en presidente de la Jucopo por los próximos tres años. A eso, debe sumarse la designación de un nuevo dirigente al frente de Morena en el estado, ya que en meses pasados se retiró de ese encargo Martha Guerrero, hoy presidenta municipal electa de La Paz. Además de municipios, en donde prevalece el descontento de algunas corrientes internas como en Ecatepec.

En este primer año de su gobierno, Delfina Gómez ha demostrado que tiene su propio grupo político. No ha llegado a conceder todos los espacios del poder público, y que los encargos no son un cheque al portador. En nueve meses ya son varios los ajustes a su gabinete en mandos medios, también incidió en la definición de algunas candidaturas de la elección pasada. Y ahora, que las urnas le han dado un poder casi absoluto de gobernabilidad, deberá venir un control político para su gubernatura. No hay espacio para las equivocaciones ni pretexto para fallar.

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Aurelio Nuño, exsecretario de Educación en el sexenio de Enrique Peña, había sido inscrito como candidato a diputado federal plurinominal por el PRI. Sin embargo, los resultados electorales del 2 de junio fueron tan desastrosos, que evidentemente quedó fuera de su incorporación a San Lázaro. Previo a la campaña electoral de Xóchitl Gálvez fue pieza clave en el debate del tema educativo. Posteriormente, en medio del proselitismo, desapareció de la discusión pública. Y tras la derrota electoral, ha pasado desapercibido.

Otro caso semejante ocurrió con Fernando Galindo, quien sustituyó a Carlos Urzúa en los temas hacendarios en la campaña de Gálvez. Exsubsecretario de Egresos del gobierno peñista, fue incorporado como asesor de la campaña presidencial. Generó parte de la discusión en redes sociales sobre finanzas sanas, y más tarde, fue desplazado del debate político. Aunque no tenía proyectado ningún cargo de elección, su experiencia en la discusión pública tampoco fue aprovechada ni por la candidata ni por su partido, el PRI.

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Toluca y Tlalnepantla eran los mayores símbolos políticos para el priísmo mexiquense, tras las elecciones intermedias en 2021. Hoy, se han convertido en su principal trinchera en el proceso postelectoral. Melissa Vargas y Marco Antonio Rodríguez dejan en el olvido, el lastre político de los últimos tres años, para asumir los resultados del pasado 2 de junio. Durante las campañas electorales, hubo gran ánimo de que podrían conseguir el triunfo con encuestas internas; e incluso, ambos se declararon ganadores el día de la elección. Por eso, resulta inverosímil las impugnaciones que han anunciado en los últimos días.