Toluca, Edomex; 13 de junio de 2024.- Este fin de semana, el gobierno de Delfina Gómez cumplirá nueve meses en funciones, y ya se habrá dado el primer ajuste en el gabinete estatal. Andrés Andrade no fue bien recibido por el Grupo Texcoco, se enemistó muy pronto con el círculo de confianza de la mandataria estatal, y no resistió las presiones internas. No es un tema menor, porque más allá de los resultados que se presumen en materia de combate a la delincuencia, la salida abrupta de un funcionario de primer nivel presume que es prácticamente un año perdido en materia de seguridad, que se deberá enmendar con urgencia, cuando está muy cerca el primer informe de gobierno.

Una vez que han transcurrido las elecciones, se deberán dejar atrás las disputas internas en el gabinete estatal, y asumir que la jefa política se llama Delfina Gómez. Las aspiraciones adelantadas o las pugnas por espacios de poder público corresponden a un régimen que se supondría ya no existe. Después del primer informe de gobierno, se avizora una evaluación de los integrantes del gabinete, y quienes no hayan cumplido con su encomienda, también deberán ceder su despacho a alguien con más capacidades por encima de la voluntad política. La curva de aprendizaje ha sido muy compleja para decenas de funcionarios morenistas; y eso se nota frente a los resultados escasos o casi nulos.

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Alejandro Encinas, el dos veces candidato a gobernador del Estado de México, será pieza clave en el futuro gobierno de Clara Brugada como jefa de gobierno de la Ciudad de México. En la víspera, el originario de Texcoco ha sido designado como coordinador de la transición de la nueva administración a cargo de Brugada. Su experiencia en la gobernanza de la capital del país no es novedosa; Encinas fue secretario de gobierno y jefe de gobierno interino durante el sexenio de López Obrador. Será una pieza clave en la relación metropolitana que pueda entablar con Delfina Gómez. El Grupo Texcoco sigue al alza políticamente.

Una gran expectativa ha causado también que, la próxima semana, la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum haga el anuncio sobre su próximo gabinete. Se podrían presentar varios exfuncionarios de la capital del país que podrían fortalecer la visión metropolitana en materia de agua potable, seguridad pública y movilidad. El morbo político se apunta sobre posibles expriísta, y hasta algunos mexiquenses, en el círculo de mayor confianza de la futura mandataria.

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Desde el bloque opositor, quien esté del lado de Alejandro Moreno y Marko Cortés puede estar del lado de los privilegios, pero estará destinado a los dirigentes más fracasados y defenestrados hasta su propia militancia. Un puñado de exgobernadores priístas han decidido renunciar, antes que ser comparsas de un PRI perdido en el abismo. Ahora, los exgobernadores panistas han emplazado para que el PAN se renueve, antes de correr la suerte del PRD ya sepultado. Sobra decir quiénes de las élites políticas mexiquenses juegan en esa acera, y que son absolutamente responsables de la derrota en las urnas del 2 de junio.

Pese a todo, la rebatinga de esa clase gobernante se concentrará en el reparto de las coordinaciones parlamentarias de la próxima Legislatura del Estado de México; y cuyas narrativas y posicionamientos poco han abonado a la construcción de una oposición sólida en las elecciones. Sin embargo, ya con los cargos obtenidos, lo único que importa es preservar sus privilegios.