Toluca, Edomex. 12 de diciembre de 2016.- Entre las grandes liquidaciones que ha otorgado el gobierno peñista en los últimos cuatro años destacan tres mexiquenses. De acuerdo a una investigación de la revista Proceso, el exdirector general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Francisco Rojas, originario de Tenango del Valle, cobró 878 mil pesos libres de impuestos por un año y dos meses al frente de la dependencia federal. Rojas se fue molesto por la reforma energética del peñismo, pero se retiró muy bien pagado por su desempeño en el servicio público.
Otro mexiquense beneficiado con las enormes gratificaciones del peñismo fue Alfredo del Mazo Maza. En diciembre de 2012, Del Mazo Maza dejó inconclusa la alcaldía de Huixquilucan, para asumir la dirección general del Banco Nacional de Obras y Servicios (Banobras) cargo al que renunció en enero de 2015. Su liquidación sumó 451 mil pesos netos. En junio de ese año fue electo diputado federal, donde hoy preside la Comisión de Presupuesto, y hoy aspira a la gubernatura mexiquense.
Jesús Mena Campos es uno más de los mexiquenses que han sido favorecidos con las escandalosas gratificaciones de la administración de Peña Nieto. En diciembre de 2012, el clavadista y medallista olímpico, fue nombrado como titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade). En abril del año pasado, Mena fue despedido con una despreciable liquidación de 853 mil pesos. Actualmente Chucho Mena despacha en la Notaría Pública que le regaló el exgobernador Arturo Montiel Rojas en su natal Naucalpan.
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El reto de designar al próximo Fiscal General del Estado de México no puede reducirse a los afectos del gobernador Eruviel Ávila; o a abogados de renombre que pudieran ocupar el cargo de una dependencia que reemplazará en el corto plazo a la Procuraduría General de Justicia. La terna que está próxima a presentar ante la Legislatura Estatal debería responder a dos condiciones: por un lado, que sea alguien ajeno a la estructura priísta que garantice su autonomía; y por otra parte, que sea un personaje con conocimiento del derecho penal, de la procuración de justicia y el combate a la delincuencia.
El tema no es menor, pues se trata de un cargo que durará siete años, y que no puede reducirse a la conveniencia del grupo en el poder para garantizare impunidad. No se puede una vez más, ceder a una partidización de la procuración de justicia que sea parte institucional de la connivencia con la corrupción. Sin embargo, la mayoría aplastante del priísmo en el Congreso local no da muchas esperanzas de cumplir con las expectativas de reinventar una institución.
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Ulises Ramírez y Edgar Olvera resultaron los vencedores de la elección de consejeros nacionales originarios del Estado de México. Ulises demostró que tiene la fuerza suficiente desde la militancia mexiquense para incidir en decisiones nacionales, y desde ahí, hacer lo necesario para que la próxima campaña panista a la gubernatura mexiquense sea exitosa o un rotundo fracaso. Edgar Olvera depende de Ricardo Anaya para ser un contrapeso del Grupo Tlalnepantla, siempre tan cercano y acomodaticio al priísmo mexiquense.
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