La decisión del gobernador Enrique Peña de no acudir a la Cámara de Diputados local habla de sus prioridades políticas. Lo suyo no está en escuchar reclamos, discursos e interpelaciones por parte de la oposición. El mandatario saliente quiere los reflectores, revivir el “Día del Presidente” y convivir con los suyos, con quienes lo alientan para convertirse en candidato presidencial. La precampaña disfrazada de gobierno cerrará con broche de oro el próximo lunes, cuando Peña Nieto acuda al teatro Morelos a la lectura de su discurso político para enrolarse en la carrera presidencial que lo pone a la cabeza de todas las encuestas dada su popularidad mediática.
En la oposición se muestra la debilidad en lo político. Reducidos a posiciones mínimas; la veintena de legisladores que rechazan a Peña Nieto, son apenas murmullos, frente al apabullante grupo de priístas y sus aliados –PANAL, PVEM y hasta Convergencia- en la Cámara de Diputados local. La exigencia de que Peña Nieto fuera a la legislatura y aceptara preguntas de los legisladores no cambia en nada la forma mercenaria de hacer política
El informe de gobierno de Enrique Peña, sea por escrito, o en su mensaje político ante los suyos, tampoco modifica la situación de millones de mexiquenses ajenos a la vida pública del estado, pero hoy sumidos en la pobreza, olvidados en la marginación, víctimas de la ignorancia que les aqueja por el analfabetismo, y algunos otros sumergidos en las inundaciones.
Será hasta el gobierno de Eruviel Ávila cuando reaparezca en la escena pública el ex mandatario Arturo Montiel Rojas. La etapa de oscurantismo a la que se vio obligado por petición de Enrique Peña está por terminar. Al ex gobernador le urge reaparecer en escena. Su mirada está puesta en el Senado de la República por la vía plurinominal. Eruviel, hechura de Arturo Montiel –al que se refirió como un árbol frondoso- le abrirá la puerta de su gobierno para “limpiar” su imagen.
Aunque no es el único ex gobernador que se ve durante seis años en el nuevo recinto de Paseo de la Reforma: Alfredo del Mazo González y Emilio Chuayffet –enemistados históricos- también venden la idea de fortalecer el proyecto presidencial de Enrique Peña desde la Cámara Alta. Un nuevo pleito está en puerta para ambos.
Chuayffet está más vivo que nunca, con su nueva encomienda en la Cámara de Diputados. El encargo que hoy comienza dará muestra de su oficio político. Es ahí donde pretende también demostrar lealtades. Del Mazo González está por cobrar facturas, a favor suyo, de su hijo, y de su grupo político. Los tolucos pueden volverse a dividir y el Valle de México ya aprendió como se ganan las grandes decisiones. El 2012 aún es impredecible, con todo y punteros de la encuestitis.
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El PRI seguirá presidiendo la Junta de Coordinación Política de la Legislatura del Estado de México. Ernesto Nemer, quien fuera precandidato a la gubernatura, se quedará a “planchar” acuerdos durante otro año. Su inclusión en el gabinete de Eruviel Ávila se da por descartada. El legislador por Metepec tendrá como premio de consolación, otro año como el mandamás de la Cámara de Diputados local, aunque él ya se soñaba en otro lugar, “pensando en grande”.
