Toluca, Edomex; 11 de diciembre de 2024.- Con absoluto sigilo y sin resistencia, el gobierno de Delfina Gómez ha transitado hacia la reforma judicial en el Estado de México. No debieron pasar los 180 días que tenía como plazo para hacer los cambios legales a nivel local. Sin tanto ruido, desde el Poder Ejecutivo se redactaron las modificaciones legislativas necesarias; y desde el Poder Legislativo ejerció su mayoría absoluta para hacer posible su aprobación. En el Poder Judicial, por ahora, no ha habido reacciones de rechazo absoluto; la burocracia dorada ha preferido ser omisa y complaciente.

Como en los viejos tiempos, aquellos del nada lejano régimen priísta, la clase gobernante mexiquense pone ejemplo de obediencia. Es la primera entidad en el país, no sólo en aprobar la reforma a nivel local, sino que también la pondrá en práctica con la designación de un presidente interino del Poder Judicial; y la elección de jueces y magistrados para el mes de junio. Muy por encima del lastre burocrático que aqueja al Estado de México, es necesario reconocer sus virtudes institucionales sobre otras entidades del país. Delfina Gómez podrá decir que ya cumplió con un mandato constitucional sin despeinarse.

Todavía falta por dimensionar las reacciones por parte de los trabajadores del Poder Judicial. Ricardo Sodi ha perdido toda ascendencia política si es que alguna vez la tuvo entre sus pares y sus subordinados. Será marcado como el último presidente ungido en los tiempos del régimen priísta. Hay un sector que apoya decididamente la reforma al Poder Judicial. Vendrán también renuncias y jubilaciones de quienes advierten que perderán sus privilegios. El Poder Ejecutivo deberá hacer lo necesario para evitar que se dé un paro de labores como el que tanto afectó a los juzgadores federales en meses pasados.

La reforma judicial ahora deberá ser aprobada por al menos 63 cabildos municipales; en donde se supondría que Morena no tiene garantizada la mayoría. Al menos 75 ayuntamientos se asumían como priístas, panistas, perredistas y emecistas, derivado de las elecciones intermedias de 2021.  Sin embargo, el gobierno delfinista tiene plena confianza en que la reforma será aprobada; y promulgada a más tardar en los próximos diez días. Será un ejercicio interesante conocer de qué manera convencen a los alcaldes opositores de avalar una reforma que sus dirigencias partidistas han ordenado rechazar.

La reforma al Poder Judicial es apenas el preludio de lo que viene. El gobierno delfinista deberá replicar en el Estado de México la desaparición del Infoem. En esa ecuación, valorar la eliminación de otras dependencias o instituciones que puedan ser absorbidas por el Poder Ejecutivo. La austeridad aplicará para otros ámbitos del ejercicio público. Hay otros ámbitos que requieren cirugía mayor como la reforma al Issemym. Es cuestión de tiempo, pero ya dio el primer paso.