Toluca, Edomex. 11 de febrero de 2015.- A lo largo de los casi cuatro años de mandato de Eruviel Ávila Villegas, la posición de la secretaría general de gobierno ha sido una posición delegada a favor del peñismo. El primer año de su mandato, Ernesto Nemer se mantuvo como un vigilante de la toma de decisiones del eruvielato, para garantizar lealtades a Peña y particularmente que la elección presidencial en el Estado de México fue clave en el triunfo del mexiquense para ascender a Los Pinos.
Por un periodo cercano a los 18 meses, la posición fue transferida a Efrén Rojas, un chuayffetista de cepa, tanto como el propio Nemer, quien se encargó de cuidar los intereses del peñismo en la tierra natal. El desgaste del poder y la cruenta violencia experimentada en los primeros meses de 2014, obligó a dar un golpe de timón y retirar a Efrén. Entonces, el poderosísimo Luis Videgaray tomó el control, y envío como su enclave político a José Manzur, un hombre cercano al secretario de Hacienda, pero visto con escepticismo entre algunos peñistas y montielistas, dada su cercanía con Isidro Pastor.
En el transcurso de los meses, a cada golpe que recibe Videgaray por grupos de interés económicos y políticos ajenos a su causa, desgastan palmo a palmo la robustez política de Manzur. Parece que la fragilidad de Videgaray es directamente proporcional a los escándalos que rodean al empresario Juan Armando Hinojosa, quien por cierto mantiene una íntima relación de amistad con Manzur. La triada Videgaray, Manzur e Hinojosa podrían colapsar antes de tiempo, cuando los tiempos electorales están por cobrar demasiadas facturas.
Por ahora, Manzur junto con Erasto Martínez podrían convertirse en los grandes electores de las candidaturas. Para Eruviel parece suficiente la opinión de Manzur -con la anuencia de Videgaray- sumada a las decisiones de Erasto -su hombre de mayor confianza- para armar las listas de candidatos del priísmo tanto a alcaldes como a diputados locales para los comicios de junio. El partido está apartado, sin toma de decisiones, sin opinión, sin consideraciones de por medio. Es un mero aparato dispuesto para que la maquinaria electoral funcione, nada más.
Los exgobernadores desde diversas trincheras han comenzado a levantar la mano para influir en el “palomeo”. Hasta hoy el más activo parece Montiel. En la normalización de su activismo público, alejado de los escándalos patrimoniales, ha comenzado a reagrupar a sus colaboradores, para alentar sus carreras políticas. Peña y Chuayffet harán lo suficiente, pero les absorbe y les abruma demasiado el desgaste del poder político que actualmente enfrentan en sus cargos. Alfredo del Mazo da como un logro la candidatura de su hijo a diputado federal por Huixquilucan.
Quien más se atribuya triunfos electorales en junio próximo tendrá una amplia baraja para comenzar su apuesta personal para la sucesión de 2017. Eruviel se sabe acotado por la injerencia con que lo han estrangulado desde la secretaría general de gobierno, pero también sabe que es momento de comenzar las definiciones para la entrega del poder en un par de años. La carrera sucesoria ya ha iniciado.
Comentarios a contacto@www.planamayor.com.mx