Toluca, Edomex; 10 de octubre de 2022.- Para el gobierno delmacista, todavía no es momento de pensar en las elecciones de 2023. El cierre del sexenio es una prioridad para todas las áreas del gabinete. En materia de obra pública, el objetivo, es evitar infraestructura inconclusa como su antecesor Eruviel Ávila. En desarrollo social, cumplirá la meta de 600 mil beneficiarias de salario rosa (100 mil por año). En el rubro de salud pública, abatió los adeudos con proveedores y el desabasto de medicamentos que heredó del eruvielismo. Para los meses finales, se concentrará en consolidar decenas de proyectos de inversión privada tras la pandemia. La inseguridad será su mayor pendiente.
Los ajustes al gabinete podrían ejecutarse hasta el mes de enero. Una vez que se conozca la eventual alianza electoral y la definición oficial de la candidatura. Como dicta la tradición, algunas piezas saltarán al partido; y otros más, del partido regresarán al gobierno. La tecnocracia -el círculo más cercano al mandatario en turno-, encargada del área financiera y administrativa operará el cierre del sexenio. Se trata de evitar las mayores observaciones contables ante cualquier escenario electoral, luego de que Del Mazo concluya la gubernatura.
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Durante los próximos meses, el mayor desafío político será la aprobación del presupuesto 2023 en un año meramente electoral. Desde el Ejecutivo, se valora solicitar más endeudamiento para las obras complementarias del AIFA; por eso la reciente visita del gobernador priísta en Palacio Nacional. Desde la oposición, ahora mantienen una absoluta resistencia para acrecentar la deuda pública, cuando el dispendio financiero será notorio en las campañas electorales.
La veda electoral sí jugará en contra del gobierno estatal y también de los ayuntamientos. Durante un par de meses, deberán frenar las acciones de obra pública -no solamente la entrega de programas sociales-. Para el Ejecutivo estatal deberá ser una prioridad tener un paquete fiscal aprobado antes de que concluya el año. Transcurridas las elecciones, más allá del resultado, la mayor preocupación vendrá en los trabajos de entrega – recepción de todas las dependencias. El OSFEM ya no es un brazo articulador del gobierno en turno.
Entre las obras de relevancia, es probable que Del Mazo inaugure el Trolebús Chalco – Santa Martha tras las elecciones de junio. Sin embargo, no verá finalizado el Tren México – Toluca iniciado desde el sexenio presidencial de Enrique Peña. Mucho menos podrá inaugurar la ampliación del Tren Suburbano de Lechería al AIFA. Y aunque Andrés Manuel López Obrador, había anunciado al inicio del sexenio, el Tren México – Querétaro, para conectar el norponiente del Valle de México, tampoco se pudo siquiera concretar su licitación.
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