Toluca, Edomex. 8 de noviembre de 2023.- Delfina Gómez ayer tomó protesta a veinticuatro funcionarios, entre mandos medios y superiores, de su gabinete estatal. Poco a poco, incorpora a los cuadros morenistas, con el propósito de representar a los grupos políticos que la impulsaron como gobernadora mexiquense. No es una tarea sencilla cubrir todos los espacios de poder público. Por ahora, la encomienda consiste en saber cómo funciona cada área, para posteriormente incluir a quienes habrán de sustituir a los cuadros priístas.

Hay áreas sustanciales que todavía no se ajustan. Por ejemplo, la Dirección de Desarrollo Político -que estaba en manos del hijo del excoordinador de campaña de Alejandra del Moral- y todas las subsecretarias regionales y direcciones generales de gobierno. También las direcciones regionales de bienestar social. Es ahí, donde se definen las acciones, programas y tareas encaminadas a desmantelar las estructuras priístas que funcionaban en tiempos electorales. En lo inmediato, Morena deberá asumir el control con el objetivo puesto en 2024.

Asimismo, existen dependencias que fueron abandonadas a su suerte desde la administración delmacista, y que deben reconsiderar su funcionamiento en el gobierno delfinista. Ahí resalta como prioridad el futuro del Issemym; además de la subsecretaria de Turismo, el Instituto de la Juventud, el Instituto del Deporte -que ahora dependerá de la Secretaría de Educación-, el Instituto del Emprendedor, la Dirección de Asuntos Metropolitanos, entre otros. Su viabilidad estará determinada por el proyecto presupuestal próximo a presentarse.

Hay un común denominador, el Grupo Texcoco se consolida como el eje transversal en el gabinete legal y ampliado. Mientras que Horacio Duarte asume una enorme ascendencia en diversas áreas gubernamentales, por lo que actúa y ejecuta las funciones de jefe de gabinete. No parece casualidad que Higinio Martínez se haya inscrito como posible candidato a la senaduría, en búsqueda de la reelección. La Universidad Chapingo asumirá una gran relevancia en los temas académicos y de gobierno en el presente sexenio.

Los funcionarios recién nombrados tienen la encomienda de desmantelar las viejas prácticas burocráticas. Pero tendrán que lidiar con los trabajadores sindicalizados, con un gobierno en plena austeridad financiera y con la exigencia de sortear las elecciones venideras. Superada la veda electoral, ahora sí habrá tiempo de pensar en la transformación del régimen gubernamental. Por ahora, bastará con avanzar con la inercia de la administración pública.

Otra andanada de cambios podría venir hacia el mes de enero, una vez que se haya definido al interior de Morena las candidaturas que competirán en las elecciones de 2024. Para entonces, se prevé que aquellos cuadros políticos desplazados de los fines partidistas tengan cabida en el gobierno, aunque no precisamente tengan el conocimiento, la experiencia o el perfil profesional. Lo que importa será que se sumen a los estímulos clientelares que ofrece el aparato burocrático, hasta hoy, todavía inundado por los cuadros del régimen priísta.

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