Toluca, Edomex. 08 de octubre de 2018.- Delfina Gómez Álvarez no estará sola como coordinadora del gobierno federal en el Estado de México. En el diseño lopezobradorista, se pretende dividir la entidad en al menos 15 regiones, dadas sus condiciones demográficas, geográficas y hasta políticas. A nivel nacional, se designarán 235 delegados regionales, de los que al menos 15 estarán asentados en el Estado de México. Tan sólo en la capital del país, el presidente electo ya hizo las designaciones de un delegado regional por cada alcaldía existente.
En primer lugar, la intención del próximo gobierno federal, es adelgazar la estructura burocrática de tantas delegaciones estatales. Por otro lado, se abrirán oficinas regionales para acercar la atención del gobierno federal por zonas geográficas. Con esa estrategia, Andrés Manuel fortalecerá liderazgos políticos de Morena que no hayan conseguido el triunfo electoral en los comicios del mes de julio. La lectura de manera anticipada, advierte que López Obrador ha comenzado a diseñar la operación política de las próximas elecciones.
Lo cierto es que los delegados regionales que tendrá el gobierno federal en el Estado de México, competirán con los gabinetes regionales que desde hace dos décadas funcionan como estructuras políticas de la administración estatal. Sin embargo, en las dos últimas elecciones, incluida la de gobernador, los gabinetes regionales fracasaron en su operación electoral. El priísmo se ubicó en segundo lugar, frente al hartazgo social y la desaprobación del partido en el poder. Y ahora, con delegados regionales morenistas, el desafío será muy complejo.
El próximo miércoles, cuando López Obrador se reúna con el gobernador Alfredo Del Mazo resulta imprescindible abordar el tema del Nuevo Aeropuerto Internacional de México que se construye en Texcoco. Este lunes, se darán detalles de la consulta ciudadana que se realizará a finales del mes de octubre. Sin embargo, para el Grupo Atlacomulco el proyecto aeroportuario tiene intereses económicos y políticos acentuados desde hace tres sexenios. La clase gobernante priísta hará todo lo posible para que esa terminal aérea se imponga.
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José Merino Mañón, vinculado al grupo político de Carlos Hank González, murió el pasado viernes. Durante la gubernatura hankista, se desempeñó como dirigente estatal del PRI. En el sexenio de Alfredo Del Mazo González fungió como secretario del Trabajo, de Desarrollo Económico y de Finanzas. En la década de los noventa, en la gubernatura interina de Ignacio Pichardo repitió al frente de la cartera de Finanzas. También fue diputado federal y director del entonces Instituto Nacional del Consumidor.
Merino fue un eterno aspirante a la gubernatura mexiquense. En 1999, se inscribió en la primera fase del proceso interno priísta de selección de candidato; pero desistió de registrarse a la última etapa, que consistía en una consulta abierta, por considerar que la “cargada” a favor de Arturo Montiel no era una condición democrática en la designación del abanderado priísta. Desde entonces, Merino se retiró de la vida pública y política del estado. Eruviel le otorgó en 2016 la presea del Administrador Público de la entidad.
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