OFF THE RECORD 07-06-2023
Toluca, Edomex; 7 de
junio de 2023.- Morena ha ganado la gubernatura del Estado de México, pero es
ahora cuando debe mostrar la mesura política, para tender puentes con el PRI
que ha sido derrotado. En principio, para que la transición de gobierno sea
consensuada, coordinada e institucional. Y también, para construir una relación
política sin soberbia ni autoritarismo. Nada es para siempre, le dicen los
vencidos; y es cierto, en apenas doce meses, Delfina Gómez librará su primera
batalla electoral en la renovación de alcaldes y diputados locales, de lo que
dependerá un gran tramo de gobernabilidad.
En el PRI vendrán
tiempos de reflexión y evaluación. El gobernador Alfredo Del Mazo ha sido prudente
con quienes buscan su defenestración. Sin embargo, el primer priísta del estado
no permitirá intromisiones de la dirigencia nacional; y a pesar de la derrota,
los restos del partido quedarán bajo resguardo de su grupo político. No es el
momento de pensar con arrebatos. Alfredo tiene otros datos, y sabe quiénes traicionaron,
quiénes simularon y quiénes desde ahora, y de nueva cuenta, juegan a las
vencidas desde el fuego amigo.
El panismo se ha desdibujado:
perdió la brújula ideológica, disminuyó los votos respecto de 2021, y no
advierte la necesidad de la autocrítica. Sus liderazgos ya piensan en el 2024. Con
sus 700 mil votos, exigirá en la mesa se cumplan supuestos acuerdos políticos
para el 2024. No obstante, en el priísmo ya tienen una respuesta sólida: el PAN
incumplió con los sufragios comprometidos, y quizá hasta en el financiamiento a
la campaña. La escisión de Alito con Del Mazo también redefinirá la
distribución de candidaturas hacia el año entrante. No se podría tener un
pronóstico de esa relación partidista hacia el futuro.
El PRD debe asumir con
preocupación y nerviosismo lo ocurrido en la jornada electoral del domingo. Del
puñado de liderazgos que permanecían en el perredismo, todavía Morena se dio el
lujo de arrebatarle algunos en la reciente campaña de Delfina Gómez. Con la
tendencia de votación de las últimos tres elecciones, aquí el partido del sol azteca
va directo a perder el registro. La alianza en obligada, pero insuficiente porque
pierde votos de forma acelerada.
El PVEM y el PT, viven
un espejismo, porque nadie sabe con certeza el peso político y electoral de
ambos partidos. Le apostaron a que Morena les otorgara una preferencia que no
tienen; y ya en el poder, se conformarán con recompensar a sus élites
políticas. En el 2024, tienen la disposición de repetir la fórmula, y vivir del
bono electoral de la 4T en las urnas. Se trata de partidos que poco aportan,
demuestran muy poco, pero no dejan de ser negocio.
Juan Zepeda volvió a ser
el esquirol de la campaña electoral. En el 2017, de la mano del PRD, fue un
factor clave para que Alfredo Del Mazo se pudiera convertir en gobernador de la
entidad. A la distancia, como dirigente de MC, ahora jugó a la declinación
prematura, cuya estrategia tenía como propósito fortalecer la campaña de Delfina
Gómez. La presencia de Zepeda en las boletas, habría abierto la ventana y la
suspicacia a un triunfo de Alejandra del Moral. En 2024, sí presentará
candidatos, pero siempre en solitario.
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