Toluca, Edomex; 6 de agosto de 2024.- Falta un mes para que inicie funciones la nueva Legislatura del Estado de México. Morena y sus aliados electorales asumirán una mayoría calificada. Encontrar la mesura política y evitar una aplanadora legislativa, será su mayor desafío. Su acción más inmediata será recibir y analizar el primer informe de gobierno de la gobernadora Delfina Gómez. Ahí, también el bloque opositor deberá demostrar su capacidad para mostrarse como un contrapeso hacia el Poder Ejecutivo. No basta con enfrentarse en las elecciones, sino existen frenos en el ejercicio de poder.

De forma inmediata vendrá la distribución de las comisiones legislativas. Más allá de componendas políticas, es relevante que se privilegien los perfiles profesionales de los legisladores. Como cada cierre de año, tendrán una carga de trabajo que se acumula con la aprobación presupuestal, que será el primer paquete fiscal totalmente diseñado por el gobierno de la transición.

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El fuego amigo se ha intensificado al interior del gabinete de Delfina Gómez. A las tribus morenistas les cuesta trabajo entender la disciplina política. De manera constante, las pugnas internas se hacen públicas. Los mandos medios y superiores salen raspados por acusaciones políticas que se vuelven mediáticas. Podría ser que han trastocado intereses y privilegios del pasado, pero sobre todo, se trata de los propios morenistas tratando de desplazar a grupos opuestos en el mismo ejercicio de gobierno. Primero fue la Secretaría de Seguridad; y más recientemente Finanzas, Educación, Movilidad y lo que se acumule.

Entre las disputas por el control político y financiero del gobierno mexiquense, nadie debe perder de vista que lo prioritario debe ser cuidar la alternancia política, y particularmente a la mandataria en turno. Toda fractura interna, termina por dañar la imagen pública de la incipiente administración delfinista. Ni siquiera la oposición afecta tanto los intereses del gobierno actual.

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Durante la inauguración del ciclo escolar en la UAEMex, quien salió a placearse fue Eréndira Fierro, en su calidad de secretaria de Administración. Logró la fotografía cercana a la gobernadora en turno. Otro más que tuvo su momento fue Raymundo Marcial Romero, secretario de Docencia, que se colocó en la parte del presídium. Fueron los dos únicos integrantes del gabinete universitario que consiguieron notoriedad en el evento encabezado por Delfina Gómez. No son los únicos, ni los finalistas, pero sí los de mayor afinidad a la rectoría de Carlos Barrera para la sucesión de su encargo. El tramo todavía es largo y sinuoso.

Lo cierto es que la campaña sucesoria por la rectoría universitaria está muy acelerada, y altamente anticipada. Está claro que tendrá el interés y la vigilancia del gobierno estatal. El peso político de la UAEMex debe transitar por nuevas reglas, nuevos actores y nuevas formas acordes a los tiempos de la 4T.