Toluca, Edomex; 4 de noviembre de 2022.- La acción de gobierno del sexenio de Alfredo Del Mazo podría reducirse a cinco meses, es decir, apenas 150 días, antes de entrar a la veda electoral que exigirán las campañas proselitistas por los comicios de la gubernatura. En las siguientes veinte semanas, la administración delmacista deberá apretar el paso, para convencer a sus electores sobre la necesidad de darle continuidad a su partido, o bien, dejar espacio abierto para que la oposición marque la necesidad de un clivaje.
En consecuencia, vendrá un acelerado reparto de programas sociales, tales como monederos electrónicos, canastas alimentarias, tinacos, apoyos para fertilizantes, acciones para el autoempleo, y todo lo que permita sumar afinidades políticas. Lo cierto es que, en la acera de enfrente, los gobiernos morenistas también deberán adelantar la entrega de becas y pensiones durante el primer trimestre del año entrante. Todos apostándole al clientelismo.
Entre los meses de abril y mayo, el calendario electoral tiene contemplado el desarrollo de las campañas; y en ese mismo lapso se deberá suspender toda actividad pública de gobierno. No habrá espacio para inaugurar obras de infraestructura; ni tampoco se podrán entregar programas sociales. Toda acción de difusión gubernamental deberá suspenderse, y la norma es aplicable para el gobierno estatal y los ayuntamientos. El gobernador, los diputados y los alcaldes deberán guardar la disciplina para no quebrantar la equidad de la elección.
En apenas siete meses, el Estado de México afrontará la elección más competida y trascendente de su historia. Un eventual triunfo del priísmo, podría sellar la reivindicación de su principal bastión electoral, en la cuna del Grupo Atlacomulco. Una derrota aquí, cimbrará el futuro de un partido al borde del precipicio, marcado por la defenestración de su clase política; y podría significar también, la mayor concentración de poder para un partido político ajeno al PRI, en este caso Morena, a nivel nacional, como no se veía desde hace 40 años.
Tras los comicios por la gubernatura, agendados para el domingo 4 de junio, vendrá el ocaso delmacista. Sin importar quién sea el ganador de la elección, el gobierno estatal deberá alistar los procesos de entrega – recepción. Del Mazo tendrá que cerrar los proyectos de obra que tenga en rezago, y evitar las acciones inconclusas como las heredó de su antecesor, Eruviel Ávila. Para entonces, en un plazo de 100 días, preparará su último informe; y el cierre de cuentas y observaciones.
El mes de diciembre, apenas será un buen pretexto para aprovechar el cobro de aguinaldo, prima vacacional y bono de fin de año; porque en términos políticos, el año 2023, al menos en el Estado de México, también será para muchos, el año de Hidalgo.
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