OFF THE RECORD 03-12-2024
Toluca, Edomex; 3 de
diciembre de 2024.- Los informes de gobierno de los alcaldes se encuentran
repletos de simbolismos políticos. Los alcaldes en funciones buscan mostrar su
ascendencia partidista a partir de demostrar su poder de convocatoria. Ahí,
también las burocracias de los partidos políticos manifiestan cuáles son los alcaldes
con una buena relación y posicionamiento electoral hacia el futuro. No importa
el partido político al que pertenezcan. Todos los presidentes municipales están
movilizados por el ego personal.
Entre los morenistas,
los alcaldes saben que gozan de buena salud política en la medida que sus
informes son arropados por altos funcionarios. Horacio Duarte marca la pauta de
los afectos; y entre menor rango tenga el representante de la gobernadora,
menor es la ascendencia del presidente municipal. En la misma condición se
medirán las tomas de protesta de los alcaldes electos que se realizarán la
próxima semana, y entrarán en funciones el 1° de enero de 2025. El peso político
dependerá de sus vínculos con el gabinete estatal.
En el PRI, hay tres elementos
a los que apuestan los alcaldes que ya rinden su tercer y último informe de
gobierno. La dirigencia partidista: en donde tiene mayor peso la presencia de
Cristina Ruiz que la de Ana Lilia Herrera. La presencia de exgobernadores, que
se resume a Arturo Montiel y sus más de 80 años, así como César Camacho. Y para
rematar, la ascendencia que podría marcar Elías Rescala desde el ámbito
legislativo. Nadie quiere saber nada de los más recientes exmandatarios Eruviel
Ávila y Alfredo Del Mazo. Son tiempos aciagos.
Estos informes
municipales, sirven para revivir liderazgos que han quedado sin cargo público.
No hay que perder de vista a Laura Barrera, Evelin Osornio, Jesús Izquierdo,
Miguel Ángel Torres, Lorena Cruz, entre otros. Podría ser la renovación generacional
que se apropie del priísmo mexiquense, para hacer frente a la defenestración
que desde lo interno profundiza Alejandro Moreno. Está en juego la disputa por lo
que resta del PRI antes de que desaparezca.
Desde la acera panista, hay
poco qué demostrar. Los alcaldes en funciones y electos muestran su lealtad
política hacia el senador de primera minoría que ejerce un poder de facto. La
presencia de Anuar Azar, cuando llega a ocurrir, pasa inadvertida. La burocracia
partidista está inundada de fracasos electorales. El PAN se encuentra con una
carente ascendencia política y nula presencia territorial, aunque su discurso triunfalista
busque ocultar su realidad.
En general, los alcaldes
en funciones tienen otro propósito: demostrar su capacidad de movilización
clientelar. Entre más numeroso sea el informe, es mejor para su registro
personal. Parece un concurso de popularidad, antes que una verdadera rendición
de cuentas sobre su ejercicio de gobierno. No hay distingo partidista; las
formas del viejo régimen priísta se mantienen vigentes.