Toluca, Edomex; 3 de octubre de 2024.- Es cierto, la presidenta Claudia Sheinbaum ya ha anunciado proyectos de infraestructura urbana; así como diversas políticas sociales y acciones de gestión pública que tendrán como prioridad e impacto al Estado de México. Sin embargo, es muy necesario y hasta indispensable que, la administración de Delfina Gómez tenga su propia agenda de gobierno. Ha comenzado el segundo año del sexenio, y se vuelve necesario que se refleje una huella propia de su mandato.

Tareas, cifras y logros que se queden en la memoria colectiva, sin que sea una mera gestión de programas y proyectos del ámbito federal. El Estado de México deberá ser el laboratorio que marque también referencia sobre otros estados en temas como la reforma judicial.

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Anuar Azar asumió la presidencia del panismo mexiquense por tres años más. En su primer periodo, los resultados alcanzados fueron desastrosos. Por primera vez en 40 años, la derecha no tuvo candidato propio a la gubernatura estatal. A pesar del crecimiento poblacional, el PAN ha sido incapaz de tener una expansión entre sus votantes. Por el contrario, en municipios como Toluca, Tlalnepantla, Zinacantepec y Cuautitlán, que alguna vez gobernó, su presencia se ha desdibujado en razón de haber cedido las postulaciones electorales al priísmo local. Es momento de sacudirse la alianza opositora y presiones internas.

La propuesta de Claudia Sheinbaum de impulsar la prohibición de suceder a familiares directos en cargos de elección popular no cayó bien en las cúpulas panistas. Sin embargo, las élites políticas siempre encuentran los recovecos legales para mantener sus privilegios y sus cotos de poder público. Y mientras eso sucede, la dirigencia panista voltea para otro lado por conveniencia personal.

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Aun cuando faltan más de siete meses para la sucesión de la rectoría de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex) hay una operación política entre los grupos de mayor ascendencia académica e institucional, con el propósito de posibilitar una candidatura única. Como en los viejos tiempos del priísmo, se trata de evitar disputas que desgasten a los contendientes que asumen cargos de relevancia. El anzuelo está en ofrecer cargos en el próximo gabinete universitario.

En gran medida, los exrectores buscan tener injerencia en la toma de decisiones, particularmente aquellos que desde hace algunos años trabajan para Morena. La negociación está encaminada a favorecer a Eréndira Fierro, y más de uno de los aspirantes ya habría desistido de su intento por competir en la sucesión de la rectoría. Falta por ver cuáles son las intenciones desde el Poder Ejecutivo, porque la UAEMex parece una alta prioridad en el cambio de régimen político.