Toluca, Edomex; 3 de enero de 2023.- Antes de entrar en la definición de quien será el candidato o candidata de la coalición «Va por el Estado de México» que conforman PAN-PRI y PRD, las dirigencias de los tres partidos deberán acordar el convenio que registrarán ante el Instituto Electoral del Estado de México. El detalle fino de dicho documento consiste en precisar qué espacios corresponderán en el gobierno a cada una de las fuerzas políticas, es decir, definr la repartición de cargos del poder público si es que la coalición gana los comicios del 4 de junio.
En el diálogo que sostienen las dirigencias partidistas, se ha realizado un mapeo inicial respecto de las posiciones de gobierno a distribuir, en las que se incluyen no solo la titularidad de las Secretarías que conforman el gabinete legal del Poder Ejecutivo, sino además las subsecretarías y algunas direcciones o coordinaciones. Ahí, el PAN y el PRD aseguran que al menos, ellos deben encabezar 4 o 5 secretarías, e igual número de subsecretarías y coordinaciones.
Además, PAN y PRD apuestan a que el acuerdo que se pacte desde ahora, tenga extensión para las elecciones del 2024, cuando estén en juego las presidencias municipales, las diputaciones locales y las federales. Si bien, ante el IEEM no se podrá suscribir esos posibles alcances, se pretende signar un documento que será notariado para que ahí se establezca qué partido encabezará cada una de las planillas municipales; así como las fórmulas a las diputaciones locales y federales. Aunque Vargas y Ortega podrían tener su máximo anhelo en aparecer en las boletas electorales por las senadurías del Estado.
Ahora bien, otro factor fundamental de la alianza electoral entre PRI, PAN y PRD deberá ser la definición sobre su registro ante el órgano electoral, si es por la coalición –donde el logo de cada partido aparezca en la boleta electoral y al final, se sumen los votos obtenidos por cada una de las fuerzas al candidato o candidata que postulen-; o por la candidatura común –en la que los tres partidos aparecerán en la boleta bajo un mismo logotipo y en el convenio se establezca la distribución de los votos que se obtengan en las urnas-. En ésta última definición, panistas y perredistas podrían solicitar un porcentaje alto que incida en las prerrogativas electorales del año entrante.
Para el final, las dirigencias de los tres partidos dejarán la definición de la candidatura de la alianza, aunque desde ahora, todo apunta a que será la priista Alejandra Del Moral, por ser el PRI el partido con mayor peso electoral y representatividad en el estado. Por esa razón, el priísmo mexiquense debió adelantar los tiempos de su proceso interno de facto, ante los precandidatos únicos de sus aliados electorales; y en la etapa definitiva, sólo se deberá sortear que los consejos estatales de cada partido avalen y legitiman la postulación de la exalcaldesa de Cuautitlán Izcalli.
Un último factor al interior del priísmo local, son aquellos espacios que se deberán repartir en caso de ser gobierno, o bien, en los cargos de elección en disputa para el 2024, cuyas posiciones no forman parte de ningún acuerdo explícito, pero que permitirían la declinación de las y los aspirantes a la candidatura que se quedaron en el camino sucesorio; además de los grupos políticos identificados con los exgobernadores. De eso depende la famosa unidad que tanto pregonan los priístas, pero cuyos espacios se verán mermados por los aliados electorales que se asumen indispensables para ser competitivos.
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