Toluca, Edomex; 01 de diciembre de 2022.- La ruptura entre Alfredo Del Mazo y Alejandro Moreno prevalece; resulta inocultable, y es un factor que podría repercutir en las elecciones de 2023. De uno y de otro lado, se mandan señales que pretenden reivindicar su poder político. Hasta ahora, sólo se demuestra que tienen intereses de grupo irreconciliables en el interior del priísmo nacional.
Desde el Comité Ejecutivo Nacional se sienten desplazados, tras ser marginados de la negociación de la alianza electoral en el Estado de México. En una operación quirúrgica, se determinó que la mesa política se concentrara en las dirigencias estatales, y eliminaron las capacidades y los alcances de Alito, a quien sólo le ha quedado Coahuila como refugio de las elecciones locales del año entrante.
Ayer miércoles, Rubén Moreira -coordinador de los diputados federales del PRI- anunció la designación de Gustavo Cárdenas Monroy como vicecoordinador de la bancada priísta en San Lázaro. Se trata de ascender en el espectro legislativo a quien el gobernador designó coordinador de los mexiquenses; y le quitó el nombramiento, cuando advirtió su falta de lealtad a la causa delmacista, antes incluso de que tomara protesta en la Legislatura Federal.
El ajuste entre los diputados federales parece una afrenta hacia Del Mazo. Una provocación por parte de Alejandro Moreno, quien se siente agraviado por la reciente toma de decisiones en el priísmo local sin siquiera haber sido tomado en cuenta. Falta esperar la reacción del mandatario mexiquense a las definiciones del PRI nacional. Es una batalla interna irreversible.
Es cierto, el PRI local no necesita de la operación política del PRI nacional. En el mejor escenario posible, ni siquiera requiere de la presencia de Alito en la campaña electoral de 2023, en la que el campechano resta más de lo que pudiera sumar. Sin embargo, se debe entender que el nombramiento de Cárdenas -diputado por el simbólico Atlacomulco- responde al grupo político que arropaba las aspiraciones de Ana Lilia Herrera, quien mantiene resistencias sobre las nuevas encomiendas inventadas por el PRI que encabeza Eric Sevilla a favor de su contrincante, Alejandra del Moral.
Ha trascendido que, Alito también ya ha solicitado la remoción de Jorge Rojo García de Alba como delegado del PRI en el Estado de México; a quien le reclama su constante apatía con la dirigencia nacional. Particularmente su omisión para haber notificado en tiempo y forma sobre el albazo que alistaba el delmacismo para designar a Alejandra del Moral como su virtual candidata a la gubernatura mexiquense. Parece que será cuestión de días para tener nuevo delegado.
Habrá qué ver el ajuste de piezas de otros elementos cercanos a la dirigencia nacional priísta, tales como Ricardo Aguilar, Cristina Ruiz, Carlos Iriarte y hasta el propio Miguel Sámano. Su lealtad con el PRI mexiquense está a prueba.
Gustavo y Ana Lilia parecen haber tomado partido, y partida.
Comentarios a contacto@www.planamayor.com.mx