Redacción
Cómo podrán las autoridades negar que el próspero municipio de Huixquilucan no es un santuario de los capos del narcotráfico, cuando una vez más, fue en este territorio donde se capturó el pasado 1 de noviembre a Jesús Alfredo Salazar Ramírez, alias “El Muñeco”, identificado por los servicios de inteligencia como uno de los principales operadores de Joaquín “El Chapo” Guzmán, el sujeto más buscado por México y los Estados Unidos.
La Secretaría de la Defensa Nacional informó, el fin de semana, que “El Muñeco” fue detenido en un exclusivo conjunto residencial de Huixquilucan, y que este sujeto es nada menos que asesino material e intelectual del activista Nepomuceno Moreno.
En los años recientes Huixquilucan ha sido el principal refugio de los lugartenientes más importantes de los cárteles de la droga mexicana, ya que ahí, los ostentosos delincuentes se pueden mimetizar con la opulenta sociedad que radica en los conjuntos residenciales más exclusivos del centro del país.
Fue en Huixquilucan donde por años radicaron y operaron los hermanos Beltrán Leyva, como lo han revelado las declaraciones de sus principales lugartenientes como José Gerardo Álvarez, alias “El Indio”, detenido en abril del 2010, en Huixquilucan.
También fue en Huixquilucan donde otro de los principales operadores de los Beltrán Leyva, Edgar Valdéz Villareal, “La Barbie”, vivía mientras era buscado por todo el país; lo mismo sucedió con José Jorge Balderas, “El JJ”, integrante del mismo cartel, y agresor del futbolista Salvador Cabañas.
Otros capos como Carlos Montemayor, El Charro; suegro de “La Barbie”, también hizo de Huixquilucan su lugar de residencia.
De acuerdo con información de la PGR, el operador de El Chapo detenido el pasado 1 de noviembre, llevaba tiempo escondido en uno de los fraccionamientos más exclusivos de Huixquilucan, y se necesitaron meses de labor de inteligencia para poder dar con su paradero y así poder cumplimentar la orden de aprehensión que pesa en su contra por delitos contra la salud y delincuencia organizada.
Jesús Alfredo Salazar Ramírez, también es reclamado por las autoridades estadounidenses, ya que existen cargos en su contra en la Corte Federal del Distrito Oeste de Texas, por los delitos de asociación delictuosa y tráfico de cocaína.