Redacción
Toluca, Edomex, 30 de junio de 2016.- Un par de secuestradores fracasaron en su intento de revertir la sentencia que les impuso el Poder Judicial mexiquense, de 33 y 35 años de prisión, luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación les negó un amparo por presuntas violaciones a sus garantías individuales.
Los secuestradores buscaron anular la sentencia dictada el 24 de enero 2013, y el proceso que se les instruyó en tribunales mexiquenses con el argumento de que habían sido víctimas de tortura por la policía ministerial y de diversas violaciones al debido proceso.
Ayer, los ministros de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, conocieron de los amparos directos en revisión 730/2016 y 794/2016, y determinaron desecharlos, dejando así firmes las sentencias para cada a uno de ellos.
Estos secuestradores fueron encontrados como responsables del un secuestro registrado en noviembre de 2008, en el municipio de Xonacatlán.
De acuerdo con el expediente, el 27 de noviembre del 2008, los dos sujetos interceptaron a su víctima cuando caminaba en la colonia Centro de Xonacatlán; lo golpearon y por la fuerza lo subieron a un vehículo, para luego despojarlo de sus pertenencias y obligarlo a que proporcionara los número telefónicos de sus familiares con el objeto de exigir un pago a cambio de dejarlo en libertad.
Semanas después fueron detenidos y consignados al juez segundo penal de primera instancia del distrito judicial de Lerma, quien tras un proceso penal les dictó una sentencia condenatoria por 33 y 35 años de prisión.
Los sujetos apelaron la sentencia ante la Sala Penal de Toluca, pero su recurso no prosperó. Luego recurrieron al amparo directo argumentando la violación a los derechos humanos; la violación al debido proceso y por presuntos actos de tortura por parte de los agentes ministeriales que los capturaron.
El Primer Tribunal Colegiado les negó el amparo por considerar infundados los agravios y estos entonces recurrieron a la Corte, y los magistrados consideraron , de nueva cuenta, infundados los agravios.