Ricardo Moreno**
En los últimos días hemos presenciado tanto los informes de gobierno municipales como el del gobierno federal. Sin lugar a dudas mucho ha cambiado en el informe de la administración pública federal, que pasó de ser el “día del presidente” con un fastuoso despliegue del aparato gubernamental, medios de comunicación, salutación, mejor conocido en la jerga política como el besamanos, a la simple obligación de enviar dicho informe por escrito a la Camara de Diputados.
Por el contrario, los informes de gobierno municipales no han dejado atrás esa perniciosa costumbre de ser utilizados para el lucimiento personal del alcalde en turno y para promoverse e, inclusive, auto elogiarse. Los espectaculares, tiempos en radio y televisión, bardas y el despliegue en las redes sociales dan cuenta de ello, además de la infaltable escenografía que da brillo a los discursos; muchas veces mal leídos y sin contenido de los municipes.
Se trata de “sesiones de cabildo” que la mayoría de las veces se realizan en plazas públicas o auditorios abarrotados de servidores públicos y beneficiarios de programas sociales o ayudas gubernamentales que hacen las veces de pueblo al que se le informa los avances administrativos, obras o acciones realizadas en presencia del gobernador o de algún representante de éste y, en años preelectorales como el actual, los ante precandidatos también son invitados especiales e, incluso, también se les cede el uso de la palabra, y donde los regidores y síndicos solamente se circunscriben a pasar lista de asistencia.
Nada tiene que ver este modelo de informe con la rendición de cuentas. Los informes de gobierno municipales tal y como se siguen desarrollando son una rémora del sistema de simulación que dejó el viejo régimen. Una reforma integral al sistema de rendición de cuentas y de auditoría gubernamental se hace necesario y urgente desde la perspectiva de la nueva realidad política. Los contrastes entre lo informado y la realidad suelen llevarnos a sorpresas. En la actualidad no existe un sistema de rendición de cuentas para que se verifique por la autoridad fiscalizadora lo informado a la “población”. El sistema de auditoría por sorteo y por determinadas dependencias o programas no cierra el ciclo para la rendición de cuentas. El actual modelo de informe de gobierno municipal que tenemos suelen ser cuentas que, como los cuentos, algunos se cuentan solos.
** Ha sido diputado federal y local. Se ha desempeñado como representante de MORENA ante el instituto electoral del Estado de México. Fue secretario del Ayuntamiento de Toluca de 2019 a 2020.