Redacción
Este martes, el CEN del PRI emitirá la convocatoria para seleccionar candidatos a Senadores y Diputados Federales. En dicho documento se especificará el método de elección para quienes buscarán un escaño en el Congreso de la Unión el año entrante. Para el PRI del Estado de México resulta de la mayor trascendencia, pues en ese puñado de futuros legisladores estarán los operadores políticos que ha proyectado Enrique Peña Nieto ante la posibilidad de concretar su proyecto presidencial, desde donde impulsará sus reformas estructurales, parte de su Estado Eficaz, convertida en su plataforma electoral del año entrante.
En los últimos 12 años el priísmo mexiquense sólo ha gozado de un senador. César Camacho llegó a la Cámara Alta por primera minoría, luego de ser derrotado por los candidatos panistas Carlos Madrazo Limón y Micaela Aguilar. Su compañero de fórmula Heberto Barrera Velázquez, no pudo formar parte de esa legislatura, tras la dolorosa e histórica derrota del PRI en el año 2000. El montielismo adoleció de tener una influencia política entre los senadores, cuyo líder senatorial Enrique Jackson -actual secretario técnico del Consejo Político Nacional del PRI- le peleó palmo a palmo a Montiel la precandidatura del TUCOM. El mexiquense le ganó esa partida, y tras caer en desgracia, le cedió la candidatura definitiva a Roberto Madrazo.
Para 2006, ya con Peña como gobernador, el PRI sucumbió a un desastroso tercer lugar. La fórmula integrada por Rebeca Godínez y Jaime Vázquez quedó excluida de acceder al Senado de la República. La dupla ganadora fue la conformada por Yeidckol Polevnsky y Héctor Bautista, que representaban a la alianza de las izquierdas del PRD, PT y Convergencia. Por el PAN se coló Ulises Ramírez, y al margen también se quedó Patricia Durán, hermana de José Luis, ex candidato a gobernador del Edomex.
El peñismo tuvo nulos interlocutores en la Cámara Alta a lo largo de su sexenio. De nueva cuenta, el ahora líder senatorial Manlio Fabio Beltrones peleó con el ahora mandatario mexiquense Enrique Peña la candidatura presidencial. El originario de Atlacomulco, como en aquella ocasión, se impuso al legislador norteño. Aunque ahora sí, en definitiva, el ex mandatario mexiquense va enfilado a conseguir la anhelada candidatura priísta por la Paresidencia de México.
Sea cual sea el escenario, incluso el más alentador, el PRI del Estado de México tendrá un solo diputado por la vía de elección directa para el año 2012. Dentro del acuerdo aliancista con PANAL y PVEM, el priísmo ha cedido un espacio al Verde, en el caso del territorio mexiquense. Nadie duda la posibilidad de que un priísta se vista de verde, pero difícilmente se podrá mutar de color en caso de resultar electo, es decir, ese senador por muy priísta que se sienta, deberá formar parte del Grupo Parlamentario del PVEM.
Ejemplos de esa circunstancia sobran hoy en San Lázaro, en diputados como Juan José Guerra Abud y Alejandro del Mazo Maza. Por ello, el PRI pretende enclavar al menos a un ex gobernador en la lista de los plurinominales, para que sumado al senador de mayoría, puedan existir un par de voces del priísmo mexiquense en la nueva sede ubicada en Paseo de la Reforma.
En tanto, quienes aspiren a ser diputados federales, deberán renunciar o pedir licencia a su actual encargo, durante la segunda quincena de enero. El reto es al menos retener el triunfo en los 38 de 40 distritos electorales. Cualquier resultado por debajo de esa media podría ser considerado un fracaso, cuando lo que está en juego, es el proyecto presidencial de Enrique Peña Nieto.
A la Cámara de Diputados Federal se prevé la integración de alcaldes y diputados locales que en las próximas semanas iniciarán la preparación para entregar sus oficinas, y separarse de sus encargos de forma indefinida. A esa lista de posibles aspirantes a las diputaciones federales, no se descarta la inclusión de algunos integrantes del gabinete durante la administración de Enrique Peña, que se convertirían en sus operadores políticos en San Lázaro.
