Redacción
Este lunes 2 de Enero, el Instituto Electoral del Estado de México dará formalmente inicio al proceso electoral local para renovar 125 Ayuntamientos y 75 diputaciones locales, cuyos comicios serán concurrentes con los de Presidente de la República, que se llevarán a cabo el próximo 1 de julio, con el padrón electoral más grande del país que podría superar los once millones de votantes con credencial de elector.
Sumido en una crisis de credibilidad y de su imparcialidad, el Instituto Electoral Estatal incumplió con la obligación de definir la redemarcación electoral, que habría dado mayores equilibrios en la elección de diputados locales, pues la actual división geográfica de los distritos electorales otorga una sobrerepresentación a los distritos ubicados en zonas rurales, lo que adicionalmente beneficia de forma histórica al PRI y sus candidatos.
Aunado a ello, la mayoría de los consejeros electorales están vinculados a las estructuras del gobierno estatal, como son los casos de Jesús Jardón -ex secretario particular de Emilio Chuayffet-; José Martínez Vilchis -rector de la UAEM en el mandato de Arturo Montiel -; y Juan Carlos Villarreal -operador electoral de Luis Miranda en los comicios de 2009-. En síntesis, el control político – electoral del partido en el gobierno del árbitro de la contienda parece definitivo para incidir en los resultados de los comicios de julio entrante.
Tras la elección de gobernador de la entidad el pasado mes de julio, quedó en una mera intención la renovación del Consejo General del IEEM, dada su falta de credibilidad para las fuerzas opositoras -PAN y PRD- que sucumbieron frente a un «carro completo» en las elecciones antes mencionadas. De 45 distritos electorales, en todos ganó de forma contundente el hoy gobernador Eruviel Ávila, lo que ofrece un panorama desolador para los partidos de oposición en la ruta de las elecciones de este 2012.
En esencia, luego de las elecciones de 2009, el mapa electoral del Estado de México parece favorecer al PRI y sus aliados políticos -PANAL y PVEM-. El priísmo alcanzó el triunfo en 97 de los 125 ayuntamientos en disputa; y ganó en 40 de los 45 distritos electorales. La mayoría absoluta de la que goza en la Legislatura Estatal, le permitió a Enrique Peña y le ha facilitado a Eruviel Ávila la aprobación de sus iniciativas de ley y de sus presupuestos y cuentas públicas, en el ejercicio de las aplanadoras legislativas.
En contraparte, el PAN y el PRD han mantenido una tímida presencia en el congreso local, y su recuperación electoral en los antes llamados «corredor azul» y «cinturón amarillo» parece incipiente, y en algunos casos insuficientes para convertirse en fuerzas políticas competitivas. La instauración de los «carros completos» a partir de la elección de 2009, es una especie de retroceso democrático para un Estado de México ampliamente plural desde los comicios de 1996, cuando los panistas y perredistas generaron sus bastiones electorales, hoy desaparecidos de la escena política mexiquense.
En pláticas informales, liderazgos estatales y municipales de PAN y PRD, han generado la posibilidad de construir alianzas electorales para recuperar los municipios que antes les eran un bastión electoral, y arrebatárselo a la maquinaria priísta. Sin embargo, la concurrencia con los comicios presidenciales parece complicar en demasía esa posibilidad, ante la necesidad de que los candidatos presidenciales de PAN y PRD en su momento, hagan proselitismo al lado de sus abanderados a alcaldes.
El próximo 1 de julio, más de once millones de mexiquenses podrán elegir a sus 125 presidentes municipales, quienes tomarán protesta hasta el próximo 1 de enero de 2013. Mientras que también se elegirán 75 diputados locales, quienes entrarán en funciones el 5 de septiembre de este año.
