Redacción
El Gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto heredará a su sucesor Eruviel Ávila Villegas pasivos por cerca de 70 mil millones de pesos -de los cuales 28 mil millones corrresponden a deuda pública, mientras que otros 40 mil millones son créditos obtenidos a través de los Proyectos de Prestación de Servicios-; cuyos pagos generarán impactos por los próximos 30 años.
Al inicio de su gestión, el gobernador Enrique Peña Nieto recibió la administración estatal con una deuda cercana a 29 mil 890 millones de pesos, la cual actualmente se ubica en 28 mil 510 millones; es decir, en seis años apenas disminuyó poco más de mil millones de pesos. En contraste, en el mismo periodo el gobierno estatal habrá erogado por intereses y amortizaciones cerca de 49 mil millones de pesos.
Durante la administración de Peña Nieto -por concepto de intereses- se han destinado alrededor de 25 mil 016 millones 182 mil 907 pesos. En el desglose anual de dichas erogaciones se desprende que la gestión de Peña Nieto pagó en 2005, un total de 3 mil 709 millones pesos; para 2006 se destinaron 3 mil 927 millones 968 mil 785 pesos; en 2007 la cifra alcanzó 3 mil 961 millones 932 mil 842 pesos.
Para el año 2008 se destinaron 3 mil 760 millones 051 mil 430 pesos; durante 2009 se erogaron 3 mil 407 millones 765 mil 711 pesos; en 2010 el monto fue de 3 mil 069 millones 212 mil 984; y para el cierre de su administración, en este 2011 se alcanzaron 3 mil 180 millones 251 mil 055 pesos.
En el rubro de amortizaciones, correspondientes a disminuir el monto real de la deuda pública heredada por el montielismo, a lo largo del presente sexenio se erogaron cerca de 24 mil 019 millones 461 mil 806.31 pesos. Sin embargo, en el periodo referido la deuda sólo disminuyó en mil millones de pesos.
En el proceso de amortización, la gestión de Peña Nieto gastó en 2005 un total de 768 millones 600 mil pesos; para 2006 se erogaron 3 mil 744 millones 258 mil 134 pesos; mientras que en 2007 el presupuesto asignado alcanzó 4 mil 506 millones 470 mil 385.37 pesos; y en 2008 se destinaron 3 mil 933 millones 475 mil 305.
Para 2009, la administración mexiquense registró 3 mil 756 millones 938 mil 567; en 2010 fueron presupuestados 3 mil 530 millones 107 mil 035 pesos; y durante 2011 se proyectaron 3 mil 779 millones 612 mil 380 pesos. El motivo por el que la deuda no se redujo en ese mismo monto de 24 mil millones de pesos, se explica a partir de que el Gobierno del Estado siguió adquiriendo deuda por montos que tomó de las “amortizaciones” en casi 23 mil millones de pesos, a pesar de existía un compromiso de mandatario en turno para cerrar cada año la deuda en tasa cero.
Al cierre de la actual administración, el gobierno mexiquense contempla una deuda pública por 27 mil 782 millones 292 mil 700 pesos se tenían contratados con la Banca Comercial.
De esta cantidad, DEXIA acumulaba 7 mil 253 millones 857 mil pesos; BBVA Bancomer 5 mil 896 millones 639 mil pesos; Banamex 5 mil 073 millones 880 mil pesos; Banorte 3 mil 746 millones 669 mil 400 pesos; HSBC mil 459 millones 516 mil 500 pesos; Santander Serfin mil 333 millones 087 mil pesos; Inbursa mil 183 millones 906 mil pesos; Interacciones mil 048 millones 518 mil 200 pesos; Bajío 598 millones 552 mil 400 pesos y Bansi 187 millones 666 mil 700 pesos.
Los PPS
Por otra parte, mediante los llamados proyectos de prestación de servicios (PPS), el gobernador saliente, Enrique Peña Nieto, cumplió algunos de sus compromisos de campaña, pero el costo de los hospitales, carreteras, obras de infraestructura vial y cultural realizados mediante esta modalidad (más de 40 mil millones de pesos) deberán pagarlo las próximas cuatro administraciones.
Fueron siete las obras construidas con el esquema PPS, y requirieron tanto la iniciativa del mandatario como el aval del Congreso, pues a partir de 2012 –conforme los términos pactados– la administración que se inicia en septiembre pagará mil 728 millones de pesos anuales a las empresas constructoras, que para entonces ya serán concesionarias de todos o algunos de los servicios proyectados, y en varios casos habrán entregado a Peña Nieto trabajos concluidos.
Entre las obras más importantes destaca la ampliación y modernización de la vía Las Torres, en el valle de Toluca. En julio de 2008 los diputados de la 56 Legislatura estatal dieron luz verde al PPS correspondiente, y la arteria construida por el gobierno salinista en 1993 también se ampliará para ir de Lerma a Zinacantepec, pasando por Toluca y Metepec.
Además incluirá un sistema de transporte articulado para el valle de Toluca. Su costo inicialmente se calculó en mil 200 millones de pesos, pero fue modificado para incluir dos pasos a desnivel: quedó en mil 600 millones y será entregado en unos días.
El costo de la obra lo absorbió Promotora y Desarrolladora Mexicana (Prodemex), que tendrá una contraprestación de 235 millones de pesos anuales durante 25 años de concesión. Esto significa que al término del plazo habrá recibido 5 mil 875 millones de pesos, con la condición de que en la vialidad no haya un solo bache.
La misma empresa ganó la licitación del puente James Watt, aprobado como PPS en julio de 2008. Aunque no pudo construirse conforme al proyecto inicial porque la Comisión Nacional del Agua estipuló trabajos adicionales, quedó al 70 por ciento y ya está en uso. Costó menos de 200 millones y, de no cancelarse el contrato por las modificaciones, la empresa recibirá 35 millones de pesos anuales durante 25 años.
La licitación del PPS para modernizar y dar mantenimiento durante 20 años a 31 carreteras y 39 vialidades por donde circula 85 por ciento de los vehículos de la entidad también la ganó Prodemex en diciembre pasado, y por su inversión de 2 mil 149 millones recibirá 493 millones anuales hasta completar 9 mil 860 millones al término del contrato.
El PPS del Centro Cultural de Texcoco tuvo un costo de 838 millones de pesos. Ya está terminado y Peña Nieto lo inaugurará antes de su sexto informe; mientras Abengoa, la empresa española que ganó la licitación, recibirá 180 millones de pesos anuales durante 21 años, para un total de 3 mil 780 millones, que obtendrá puntualmente si en el complejo no hay desperfecto alguno.
Aunque los PPS de infraestructura médica especializada tenían un rezago importante, el hospital de Zumpango será entregado en unas semanas, y el consorcio IGSA, que gastó mil 103 millones de pesos en su edificación, recibirá 300 millones de pesos anuales durante 25 años, en cuyo transcurso dará mantenimiento al inmueble y se hará cargo de los servicios de alimentación y lavandería, entre otros.
También se licitaron dos centros médicos con esquema PPS: uno en Toluca, que se adjudicó al Grupo Ángeles, y el de Tlalnepantla, a cargo del Grupo Marnos, con inversiones de 800 millones de pesos cada uno, y contraprestaciones pactadas de 236 millones anuales para el primero y de 249 millones al segundo; es decir, uno recibirá 5 mil 900 millones de pesos y otro 6 mil 225 durante 25 años, para luego –como en todos los casos– entregar los proyectos en propiedad al gobierno del estado.