Por Juan Carlos Cartagena Abaurre
La estadística dirá que Toluca fue eliminado por posición en tabla, la crítica que los diablos se fueron de la liguilla por un error arbitral (hay algo de cierto en ello), pero creo que Toluca se va con el reflejo de su semestre, por momentos sin claridad y dependiendo del fútbol de Rubens Sambueza. Morelia gana 2-1, así tuvo el marcador desde el minuto 14 y desde ese momento Cristante no pudo darse cuenta que no importaba si recibía otro gol, tenía que ir por otro.
El 11 inicial
Sin Sambueza por una molestia, Toluca echó mano de Esquivel, los demás fueron los mismos. Sambueza y Vega eran cambios lógicos, aunque creo que Rubens debió entrar mucho antes y Canelo pudo aportar más Droopy.
El mejor
Jugando lesionado y sólo 30 minutos, Sambueza demostró que es un profesional y que en una bola de chismes en su entorno, cuando se dedica a jugar, simplemente es el 70% del volumen futbolístico.
La clave
La ausencia de Rubens es evidente que afectó. También faltó valor en los cambios, claridad en tres cuartas partes, y los huevos del juego de ida.
El error del segundo gol claro que pesa, era fuera de lugar evidente, sin embargo hubo tiempo para sacar la llave, lo que no hubo fue fútbol.
Ojo que el rival también tiene su mérito, aún con su juego más destructivo que propositivo.
El dato
Morelia eliminó de dos de los cuatro torneos en los que participó Toluca en su Centenario (Copa en el clausura y Liga en apertura).
Conclusión
“Es lo qué hay” fue la frase más recordada de Hernán Cristante, y será su sello. Los Diablos Rojos carecieron en varios lapsos del torneo de jugadores que pusieran el alma, sintieran la playera y el ADN rojo. Muchos dirán que se murió de nada, yo creo que murió de “Es lo qué hay”, porque volteas a la banca y no había mucho, y en la dirección técnica no hubo valor de ir al frente para buscar desde antes el gol que faltó.
Muy pocos se dieron cuenta que ERA EL CENTENARIO, que se debía vender caro cualquier tipo de eliminación. No se puede estar satisfecho, se quedó muy muy corto. La afición merecía ver reflejada su pasión en el tapete verde.
Seguro vendrán cambios y este equipo deberá empezar a trabajar en recuperar el atraso en varios rubros con respecto a otros clubes, esto es paulatino y ya se está trabajando. El 2018 se trabajará sin la presión del Centenario, pero este 2017 se irá inconcluso eternamente con el fracaso y frustración de no obtener ningún título.