Redacción
Tlalnepantla, Edomex. 14 de junio del 2016.- La sobrepoblación, el hacinamiento y la entrada de unos policías para investigar la fuga de un reo detonaron anoche un motín al interior del penal de Juan Fernández Albarrán, mejor conocido como Barrientos, en esta localidad. Los primeros informes hablan de un saldo de 17 lesionados, 10 reos y siete policías estatales. Las autoridades del gobierno mexiquense aseguraron que el motín fue controlado alrededor de la media noche.
La falta de información sobre el estado de salud de sus internos y la desesperación de los familiares también ocasionaron enfrentamientos con policías estatales afuera del penal. Al menos una patrulla fue destruida por la ira de los parientes que exigían saber lo que sucedía adentro.
Los uniformados que resguardaban el interior del centro penitenciario utilizaron, en dos ocasiones, gases lacrimógenos para dispersar a la gente que se congregó al exterior del penal para conocer si sus internos estaban bien.
El motín inició minutos antes de las ocho de la noche de este lunes. En dos áreas del penal se comenzaron a quemar colchones y diversos objetos. Vecinos de la zona informaron que también se escucharon detonaciones dentro del penal, considerado uno de los más riesgosos del estado, por la sobrepoblación que existe.
Un estudio de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos reprobó recientemente a este centro penitenciario, pues se constató que no garantizaba la integridad de los internos por la excesiva población penitenciaria y el déficit de personal de custodia.
La CNDH señaló en su informe que en Barrientos están recluidos casi cuatro mil internos, lo que implica casi cuatro veces la capacidad instalada en el penal.
La falta de personal de custodia ha originado que se considere que dentro del penal existe un co-gobierno entre las autoridades y los reos, pues algunos llegan a realizar funciones que son exclusivas de la autoridad.
Cerca de las 9 de la noche, al lugar llegó el comisionado estatal de seguridad, Eduardo Valiente y al penal fueron desplegados más de 800 policías estatales. También se pidió apoyo a la Marina y al Ejército Mexicano.
Se montó un dispositivo para restablecer el orden al interior del penal, pero fue hasta la media noche cuando se logró recuperar el control de esta cárcel.
El comisionado de seguridad, Eduardo Valiente confirmó que en el motín no se registraron muertos ni heridos de consideración. Esta misma versión fue difundida a través de un video en redes sociales, del secretario general de Gobierno, José Manzur.
Poco después se confirmó la existencia de diez reos lesionados y ocho policías heridos. También se informó que en la revuelta participaron unos 600 internos.
ENFRENTAMIENTOS AFUERA DEL PENAL
La revuelta no sólo se vivió dentro del centro preventivo de Barrientos, sino también afuera. Cientos de familiares de internos que acudieron al lugar para saber sobre el estado de las cosas, chocaron en al menos tres ocasiones con policías que resguardaban la zona.
La falta de información de las autoridades provocó el enojo y desesperación de los familiares, quienes hicieron varios intentos por romper el cerco policiaco que les impedía llegar hasta las puertas del penal.
Pasadas las diez de la noche se registró el primer enfrentamiento entre familiares y policías, que utilizaron gas lacrimógeno para dispersar a la gente.
Una hora después volvieron a chocar y en la media noche también, luego de que el comisionado de seguridad salió a decir que la situación dentro de la cárcel estaba controlada.
En este último enfrentamiento, un par de patrullas fueron dañadas por los familiares, y a una de ellas se le prendió fuego.