Francisco Ledesma / La promoción personal como deporte
La semana próxima, entre el 3 y 7 de octubre, Alejandra del Moral, Ana Lilia Herrera y Laura Barrera -vistas como las aspirantes del priísmo a la candidatura por la gubernatura del Estado de México-, intensificarán su promoción personalizada, bajo el pretexto de la comparecencia de la primera; y el primer informe de labores legislativas de las dos restantes en San Lázaro.
Más allá de la rivalidad política que han abierto entre grupos políticos confrontados, la estrategia de promoción parece fincada en una competencia comercial: lo que hace una, lo sigue la otra; y van desde espectaculares, hasta la pinta de bardas, el festejo cumpleañero y ahora el informe de actividades.
El miércoles 5, Alejandra del Moral se presentará a comparecer en su calidad de secretaria de Desarrollo Social ante el pleno del Congreso local; ahí, aprovechará el foro mediático para poner en el centro de la opinión pública su actividad de los últimos siete meses: acompañar al gobernador Del Mazo en la entrega del salario rosa, motivo que será su mayor cuestionamiento ante la proclividad de los programas sociales, con matices de clientelismo electoral hacia el 2023.
Ana Lilia, lanzó ayer en redes sociales, un primer video promocional sobre su primer informe legislativo. Resalta la imagen de la priísta con su mano derecha en alto y el puño cerrado; para cerrar con la frase “Mi voto fue para defender al Estado de México”, todo acompañado con los colores de la futura alianza electoral: verde, azul y amarillo; y un extraño color naranja de remate.
Desde el pasado martes, Laura Barrera ha colocado espectaculares, y ha difundido en redes sociales, tanto videos como infografías, en los que enumera sus principales actividades e iniciativas presentadas en el pleno legislativo. Su imagen destaca dos frentes: su presencia en tribuna de la Cámara de Diputados Federal; y sus recorridos, en distintas regiones del estado. Hay en sus publicaciones una estrategia de posicionamiento frente a sus contrincantes.
La dirigencia del priísmo mexiquense alimenta la contienda interna de facto, la cual no es una competencia formal ni legal, pero sí permite la promoción como deporte nacional, bajo cualquier pretexto personal o profesional que les pongan por delante, entre quienes asumen ser merecedoras de la candidatura por la gubernatura del año entrante; y al mismo tiempo, como parte del fuego amigo, denostan al adversario sin cortapisas, y contrastar sus trayectorias.
La semana entrante veremos enlistar cifras sobre la entrega de programas sociales como estrategia para combatir la pobreza en el estado -pero sobre todo parte de un presupuesto estatal y no un logro personal-; que buscará instalar en el imaginario las actividades de seis meses acerca de un informe anual.
También seremos testigos de las actividades legislativas de quien dice estar empeñada en contar con una Ley de la Juventud -construida únicamente con jóvenes mexiquenses, porque ahí se realizaron sus foros personales-, pero cuyo proyecto si no se aprueba en diciembre, podría claudicar por la ambición electoral que sucumbe con la unción de las candidaturas en el mes de enero.
Y, además, el informe de actividades de quien se presenta como la tercera vía, frente al encono que ya han generado delmacistas y antidelmacistas, para resolver la candidatura mediante una figura vinculada a la mayor defenestración pública del priísmo reciente, y que no es necesariamente Alejandro Moreno.
Abróchese los cinturones, porque el hartazgo electoral apenas comienza, y le restan otros cuatro meses de promoción intensa, antes de saber formalmente quién será la candidata del tricolor para defender el bastión mexiquense.
La tenebra
Cada vez se observa más cercano a los mexiquenses, al heredero de la dinastocracia política tlaxcalteca. Mariano Aguirre ya posa en San Lázaro junto a sus nuevos paisanos: Ana Lilia, Sámano, Gustavo, Zarzosa y otros más.
