El Manual de Maquiavelo 29-03-2024
Francisco Ledesma / El viacrucis electoral
Salir a votar el domingo
2 de junio no es una decisión sencilla para los electores mexiquenses. El
hartazgo social prolifera por diversas motivaciones; ya sea por falsas promesas
de los candidatos; los gobiernos fallidos que padecemos desde hace muchos años
y en todos los niveles; por las coaliciones inexplicables de partidos
antagónicos por antonomasia; el reciclaje de actores políticos que
supuestamente habían sido “botados” del poder; y las razones van de sobra.
Quienes votamos por primera
ocasión en el año 2000, acudimos a las urnas ya en un incipiente México
democrático de instituciones autónomas, y una profusa propaganda política que
pregonaba terminar con el régimen priísta instaurado durante 70 años en el país,
lo que dio origen a la gran alternancia electoral. Pero resulta que más allá de
las expectativas fallidas creadas por el entonces candidato presidencial, Vicente
Fox; ahora esa militancia panista ha claudicado con la razón que dio origen a
su oposición: el priísmo y sus formas políticas.
Ahora, votar por el PAN
es alimentar la supervivencia del PRI; ese mismo que dividió a la mayoría
panista en la Legislatura local del año 2000. El que aplastó electoralmente a
José Luis Durán y Rubén Mendoza, cuando el panismo sí tuvo la capacidad de
ganar la gubernatura mexiquense. Hoy algo impensable.
En contraparte, votar
por el PRI tampoco resulta muy convincente para esos cuadros políticos de
lealtad incondicional e infinita. Cruzar la boleta senatorial priísta representará
votar por el PAN; y le dará en automático una inmerecida senaduría, cuyo
partido no ha logrado superar los 900 mil votos alcanzados por Rubén Mendoza en
el 2005, y que en 2017 tocó fondo en la cuarta posición electoral. El tricolor
legitimará al panismo que tanto combatió en las urnas.
Ahora sufragar por el
PRI también representa reinstaurar el corredor azul. Y de paso, garantizar la
supervivencia del PRD que requiere de la votación priísta para mantener su
reducto de poder en una reducida bancada legislativa.
Esos elementos
parecieran suficientes para legitimar el discurso oficialista, en el sentido de
que el PRIAN finalmente se ha desnudado y mostrado su verdadera esencia: esa relacionada
con las componendas políticas y la connivencia del poder que ha sido un hilo
conductor entre priístas y panistas durante los últimos 30 años, que les
permitió concebir el poder público como una propiedad privada.
Sin embargo, hoy votar
por Morena es hacerlo por decenas de militantes que renunciaron a su historia
de vida priísta o panista, y que han encontrado en el partido guinda la vía para
mantener las mismas prácticas políticas del pasado. El lastre para el morenismo
no es menor: Juan Rodolfo Sánchez, Luis Maya Doro, Roberto Téllez, Mónica
Álvarez. Y para el 2024, se repetirá la fórmula.
En el colmo del pragmatismo
electoral, votar por Morena también es legitimar su coalición electoral con el
Partido Verde, que ha reconocido como sus mayores errores haberse aliado con el
PRI y con el PAN durante años. Y ahora que se asume como el partido joven y libertador
de la democracia ha decidido adoptar en sus filas a Eruviel Ávila, Cruz Roa,
Erasto Martínez, Indalecio Ríos, Alfredo Torres, Adolfo Solís, Gonzalo Alarcón,
Edgar Olvera, Claudia Sánchez. Y no, la lista no es la de los más buscados. Es
la de sus militantes distinguidos.
Salir a votar el domingo
2 de junio resulta un viacrucis electoral, en una historia marcada por
traiciones, y que abona a un hartazgo social que encuentra muy pocos incentivos
para valorar a la democracia como mecanismos de representación, porque los
partidos han claudicado a su ideología, a sus causas que les dieron origen, y
han perdido hasta la memoria para aceptar a sus otrora enemigos como aliados
necesarios para alcanzar o conservar el poder.
La tenebra
Y sí, votar por el PAN
hoy representa votar por la esposa de Arturo Montiel.
Y sí, votar por el PRI
hoy representa votar por Josefina Vázquez Mota.
Y sí, votar por Morena
hoy representa votar por el hijo de Luis Miranda.