El Manual de Maquiavelo 13-07-2023
Francisco Ledesma / La transición, resulta insuficiente
Durante
los próximos sesenta días, Delfina Gómez y su círculo más cercano, ejecutarán
una transición inédita; ante un cambio de gobierno que implicará por primera
vez en 94 años, en el Estado de México, el ascenso al poder público de un
partido distinto al PRI. Pero además, la posible y supuesta modificación
estructural de un régimen político que ha prevalecido en las entrañas de la
división de poderes y de todos los ámbitos de gobierno estatal y municipal.
La
visión de gobierno que imponga Delfina Gómez, a partir del 16 de septiembre,
deberá ir más allá del combate a la corrupción, porque eso sería insuficiente
para cumplir las expectativas del electorado; en la medida que, deberá sortear
una serie de desafíos estructurales, presupuestales y humanos para cumplir con
las promesas que enumeró durante su campaña proselitista.
En
la semana que concluye, Gómez Álvarez recibió ya su constancia de mayoría como
gobernadora electa; e instaló las mesas de transición con el mandatario
saliente, Alfredo del Mazo. Alimentó la especulación de su gabinete, pero es
impensable que la tan ansiada alternancia se podría reducir al reemplazo de la
clase política de Atlacomulco por la variada clase gobernante de Texcoco.
Gómez
Álvarez sabía desde hace un año, que tenía una alta posibilidad, primero de ser
candidata; pero sobre todo, de ser gobernadora mexiquense. Con ese horizonte
por delante, está claro que sus planes de gobierno no iniciaron apenas la
madrugada del 5 de junio. Ahora bien, no sólo se trata de cómo mejorar los
aspectos más apremiantes para los mexiquenses, sino cómo atenderlos frente a
las dificultades presupuestales, y quién tiene la capacidad para ejecutarlos.
El
desgaste de poder público será inmediato, ya que la oposición tiene la mira
puesta en las elecciones presidenciales de 2024. Sin embargo, Delfina no tendrá
el espacio de las conferencias mañaneras para afrontar la vorágine de quienes
pretenden restarle su capital político desde la segunda quincena de septiembre.
Gómez
Álvarez podrá esquivar el primer año de su mandato con algunas pinceladas de
poder que le otorgarán desde Palacio Nacional: la inauguración del tren México –
Toluca; la ampliación del tren suburbano de Lechería hasta el AIFA; y la puesta
en marcha del trolebús de Chalco hasta Santa Martha.
Lo
cierto es que, a partir de octubre de 2024, Morena dejará de tener su mayor
bono electoral con la conclusión de mandato de Andrés Manuel López Obrador; y
para entonces, ya deberá sentirse ese cambio de régimen tan prometido.
La
gama de programas sociales establecida por el gobierno federal en el Estado de
México, hace reflexionar que el plan de gobierno para Delfina Gómez no puede
ser otorgar mayores dádivas clientelares. El Estado de México tiene otros padecimientos
que sí recaen en el ámbito de responsabilidades estatales, y que no
necesariamente requieren de recursos millonarios para atenderlos.
Como
nunca antes, el Valle de Toluca enfrenta una crisis de seguridad que ha
cimbrado la paz social de sus habitantes. La movilidad de todo el estado,
resulta costosa, tortuosa e ineficiente. La salud pública manifiesta
deficiencias y un colapso financiero heredado por el gobierno eruvielista. La
educación muestra síntomas de desatención, deserción, sobrecupo y falta de
espacios y docentes.
El
cambio de régimen debe romper con los esquemas que no permiten que el poder
público sea eficiente; aunque se ha demostrado –al menos a nivel municipal-,
que una alternancia electoral no es sinónimo de mejorar o beneficiar las
estructuras de poder. Y la curva de aprendizaje, siempre, tiene un alto costo
político.
La tenebra
El
delmacismo está próximo a definir sus posiciones en el tablero político del
Estado de México, para su fortuna, el eruvielismo ha comenzado la huída.