Francisco Ledesma / El PRI Edomex, el sistema multinivel electoral
La elección por la gubernatura del Estado de México simboliza el juego por el poder público, el cual es detentado por el Grupo Atlacomulco desde hace 80 años -identificado como las élites políticas del priísmo local-, dispuesto a cerrar filas a favor de quien resulte candidato y candidata, para defender sus cacicazgos distribuidos a lo largo y ancho de los 125 municipios y 45 distritos locales, que les han permitido su prevalencia en el ejercicio del aparato gubernamental.
Perder los comicios del 2023, significaría un clivaje electoral en la historia del Estado de México, e implicaría el colapso para las élites priístas en el ejercicio del poder ante la imposibilidad de volverse competitivos en futuras elecciones; bajo el entendido que, de ganar la gubernatura permitiría un escollo de sobrevivencia política y de prevalencia financiera en los intereses que protegen, quienes han detentado el aparato gubernamental como un estilo de vida.
Entender el Grupo Atlacomulco, implica considerar el surgimiento de cinco gobernadores oriundos de este municipio y dos más -nacidos en Toluca- descendientes de la estirpe de esta región norte del estado.
Sin embargo, la amplitud y hegemonía de este grupo político, implica reconocer que no es un conjunto homogéneo, y trasciende sus límites territoriales. A lo largo de ochenta años, ha logrado concitar intereses para favorecer a élites regionales que se reparten cargos públicos como un botín presupuestal. Esto, les permite ejercer su ascendencia política entre una burocracia que se vuelve interminable desde el gobierno estatal, hasta los ayuntamientos y las diputaciones federales y locales.
El priísmo mexiquense ha generado un sentido de pertenencia asentado en un puñado de familias que ejercen el poder. Quienes fueron alcaldes en la década de los ochentas y noventas; hoy ven a sus hijos en el ascenso político de los cargos públicos que antes detentaron. Una dinastocracia que se replica en despachos del gabinete estatal; y en la conformación del Congreso local.
Como si fuese un sistema piramidal de multinivel, el PRI reproduce el mismo esquema para regidores y comités seccionales; cuya descendencia en algún momento podrá aspirar para los mismos encargos de responsabilidad política, partidista y electoral. Mientras en la punta de la estructura, se tiene la posibilidad de ejercer cargos de alta jerarquía política; en la base de la pirámide, los incentivos están manifiestos por apoyos asistenciales, pero finalmente se vuelve una marca distintiva del partido, para el cual trabajan cada elección.
De ahí se desprende la estrategia de movilización electoral. Por cada seccional, se destinan un determinado número de coordinadores de ruta -dependiendo del padrón electoral-; y de ahí, se desprenderán diez promoventes del voto; y en un nivel inferior, otros diez promovidos, hasta completar la meta de electores que sean suficientes para ganar la elección estatal, municipal o distrital.
Por esa razón, la militancia es capaz de cerrar filas en torno a su futura candidata: con todo y que no sea la mejor posicionada, o bien, haya tenido un desgaste político por las ocasiones que ejerció como dirigente priísta. Ella va dos pasos adelante, porque encabeza el sistema piramidal que hoy se juega su supervivencia; y quienes busquen su prevalencia en el futuro, entienden que requieren de un jefe político de su partido en la gubernatura del estado.
Hoy, el PRI se alista con sus exgobernadores; exalcaldes, exsecretarios, exdiputados y exdirigentes para mantener sus posibilidades de competitividad. Sin importar las élites encumbradas en la gubernatura, reconocen que el reparto del poder alcanza para todos, cuando vengan las elecciones de 2024. Esa es su verdadera Defensa del Estado de México; y su coordinadora, y virtual candidata.
La tenebra
A la otra aspirante -diputada federal- ya le comienzan a llamar Soledad; porque se ha comenzado a quedar cada vez más sola. Quienes ayer le organizaban reuniones, poco a poco, se han ido sumando al sistema piramidal del que se han beneficiado tanto, y que parece haberse decantado por Del Moral.
