Francisco Ledesma
Toluca, Edomex; 1 de enero
de 2025.- Las elecciones del pasado 2 de junio en el Estado de México arrojaron
un resultado histórico favorable para el Movimiento de Regeneración Nacional
(Morena) y sus aliados electorales, quienes gobernarán en 88 municipios a
partir de este 1° de enero, cuando se realice el cambio de los ayuntamientos, en
una condición muy superior incluso a la alcanzada en la vorágine comicial del
2018.
Hace seis años, Morena
había obtenido el triunfo en 56 Ayuntamientos; el PRI en 21 municipios; y el
PAN conservó 33 gobiernos locales. En esta ocasión, muy a pesar de la coalición
opositora, la denominada Cuarta Transformación alcanzó la victoria en 88 ayuntamientos,
por 20 del PRI, 8 de Movimiento Ciudadano, 3 de Acción Nacional, 4 del PRD y 3
de Nueva Alianza.
Morena gobernará en los
nueve municipios más poblados del estado: Ecatepec, con el triunfo de Azucena
Cisneros, que se convertirá en la primera alcaldesa de la demarcación;
Nezahualcóyotl con la reelección de Adolfo Cerqueda; Naucalpan con la victoria
de Isaac Montoya en el otrora bastión panista; Tlalnepantla con Raciel Pérez, que
ya gobernó allí entre 2018 y 2021; Ricardo Moreno en la capital mexiquense; Daniel
Serrano en Cuautitlán Izcalli; los antes municipios Antorchistas, Chimalhuacán e
Ixtapaluca, donde se reeligieron Xóchitl Flores y Felipe Arvizú; además de Alán
Velasco en Valle de Chalco.
Para la oposición, sólo
hubo espacio para el triunfo del panista Pedro Rodríguez en Atizapán de
Zaragoza, quien es además la escisión al interior de su propio partido, con
respecto al liderazgo que ejercen Enrique Vargas y Anuar Azar, quienes llevaron
al partido a los peores resultados de su historia reciente, pues solo triunfaron
en Huixquilucan y Metepec con las elecciones consecutivas de Romina Contreras y
Fernando Flores, respectivamente.
El PRI debió conformarse
con la reelección de David Sánchez Isidoro en Coacalco, el único municipio de
relevancia en la geografía electoral. En el Valle de Toluca, se apuntó los triunfos
de Ana Muñiz Neyra en San Mateo Atenco, Miguel Ángel Ramírez Ponce en Lerma y
Saray Benítez en Mexicaltzingo; además de Manuel Vilchis en Zinacantepec, quien
hace un par de semanas renunció a su militancia priísta y se adhirió al PVEM,
otro aliado político de Morena en la entidad. En el sur de la entidad, resalta
la victoria de Rigoberto López en Tejupilco, que comenzará su segundo periodo
como alcalde.
Villa Victoria aparece
como el único municipio donde el PRI nunca ha sido derrotado. Mario Santana, el
cacique de la comunidad, gobernará por quinta ocasión esta localidad, es decir,
para el 2027 habrá cumplido 15 años como alcalde, y su esposa, de ratificarla
en el cargo este miércoles, se encaminará a la mayoría de edad: 18 años al
frente del DIF municipal.
Otros triunfos relevantes
para Morena se registraron en Texcoco -cuna del grupo político en el poder
público-, donde salió victorioso Nazario Gutiérrez; Rosa Yolanda Wong que ganó
en Tecámac frente al cacicazgo de Aarón Urbina; además de Martha Guerrero en La
Paz; Ana María Castro en Tultitlán; Yoselin Mendoza en Nicolás Romero; Juana
Carrillo en Cuautitlán; Sergio Luna en Tultepec y Michelle Núñez -que consiguió
la reelección-, en Valle de Bravo.
El Partido Verde se
acredita 19 municipios, entre las victorias alcanzadas por su coalición
oficialista con Morena, o incluso triunfos en solitario, en municipios como
Ocoyoacac, Almoloya de Juárez y Tianguistenco.
Mientras que el PRD ganó
en municipios como Ayapango y Texcaltitlán -este último bajo el mando del
priísta Jesús Mercado-. Además, Movimiento Ciudadano se impuso en Tepotzotlán,
Malinalco, Ocuilan, Tonatico y Nopaltepec.
Con esta nueva geografía
electoral, la gobernadora Delfina Gómez podrá ejercer una mayor ascendencia
política, pues en 88 municipios habrá alcaldes afines con su proyecto
partidista y de gobierno para los próximos tres años.
En lo particular, Morena
se consolida como la primera fuerza política del Estado de México, pero ahora
que ha asumido el mando de la gubernatura, también ha conseguido el mayor
número de municipios posible en su historia electoral.
De forma sorpresiva,
PVEM se ha erigido como la segunda fuerza partidista de la entidad, aunque
entre sus filas ha empoderado a expriístas y expanistas para fortalecer a su
militancia, lo que le ha permitido además, alcanzar un centenar de regidores y
regidoras en diversos cabildos municipales.
El bloque opositor, por
su parte, tiene enormes desafíos derivado de su escasa presencia política en los
gobiernos municipales.
En el PAN, deberán
redefinir su camino electoral, pues de ser hace algunos años la segunda fuerza
partidista en el estado; hoy se ha reducido a la cuarta potencia electoral, detrás
de Morena, PVEM y PRI, mientras su toma de decisiones ha sido secuestrada por
liderazgos con nula presencia en la totalidad de los municipios mexiquenses.
En el PRI, el más
reciente cambio en la dirigencia estatal del otrora partido hegemónico ha
acelerado la renuncia de sus liderazgos sociales y militancia priísta, lo que
abre el espacio para que los pocos alcaldes y alcaldesas que restan en su causa
política podrían claudicar, e irse a las filas de Morena o PVEM.
El PT y MC sólo tendrán
una presencia testimonial en el espectro de las presidencias municipales que
iniciarán funciones a partir de este 1° de enero.
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