Mismas conductas, mismos resultados Por Israel Dávila
La izquierda en el estado de México se perfila a uno de los procesos electorales más complicados de los últimos 20 años. El escenario luce muy complicado para que puedan obtener buenos resultados. Hace tres años prácticamente fueron borrados del mapa electoral. El PRI les arrebató municipios emblemáticos, como Nezahualcoyotl, Texcoco y Chalco. En suma sólo pudieron triunfar en 15 demarcaciones de las 125 existentes en la entidad.
Hoy a poco más de 100 días de los comicios para renovar ayuntamientos y diputados locales no se ve como la izquierda mexiquense pueda crecer o al menos ya no perder más espacios de los pocos que aún conservan. Parece no tener futuro.
Del 2009 a la fecha, en lugar de fortalecerse, la izquierda partidista se ha debilitado y eso no parece importarle a nadie. Ni los dirigentes ni los militantes del PRD, PT y Movimiento Ciudadano (antes Convergencia ) han hecho algo para tratar, siquiera, de cambiar las cosas.
En lugar de buscar el bien común para dinamizar su crecimiento, los políticos del PRD, PT y MC siguen siendo mezquinos y privilegian primero los intereses de grupo que los del partido.
El proceso de selección de candidato a gobernador del año pasado y los propios comicios, fueron el punto de quiebre. Durante ese periodo se ahondaron las diferencias entre corrientes y grupos, que acabaron por dinamitar la unidad sostenida con alfileres, desde hace mucho tiempo.
En el PRD ocurrió una de sus fracturas más importantes de su historia en la entidad, con la escisión del partido del Grupo de Acción Política del ex dirigente estatal, Higinio Martínez Miranda. Lejos de preocupar la salida de miles de militantes, la dirigencia estatal, secuestrada por las corrientes Alternativa Democrática Nacional y Nueva Izquierda, se vio aliviada al deshacerse de uno de sus contrapesos.
Sin el GAP, y prácticamente sin oposición en al interior del partido, Alternativa Democrática Nacional (ADN) y Nueva Izquierda (NI) hacen y deshacen en el PRD. Hace poco más de un mes, ambas corrientes que controlan el 70 por ciento del Consejo Estatal, lograron aprobar un resolutivo para que los candidatos a diputados locales y presidentes municipales sean electos a través del voto de los consejeros. Esto es, que serán ellas las que decidirán quién represente al PRD n cada distrito y municipio. Y no es difícil presumir que la inmensa mayoría de los abanderados perredistas, saldrán de estas dos corrientes.
El PT, sigue fue dominado y controlado por Oscar González Yáñez, quien decide que hacer y que no hacer. Maneja los recursos del partido y es quien define las candidaturas. Su astucia le ha permitido estar vigente más de 20 años, pero hoy a diferencia de otros tiempos, en el PT ya no hay unanimidad. El diputado Francisco Barragán se ha revelado al mandamás y ha fracturado al partido.
Movimiento Ciudadano, antes Convergencia, se ha dedicado a pepenar a todos los inconformes y desplazados de otros institutos políticos ientras los fundadores siguen sumidos en la apatía. Se han convertido en una sucursal del Movimiento de Regeneración Nacional, de Andrés Manuel López Obrador.
Lo más lamentable es que la creación de nuevos cuadros en los tres institutos políticos brilla por su ausencia. No existen personajes jóvenes que refresquen a los ya muy viciados políticos de izquierda en la entidad.
Si en 2009 los tres partidos en su conjunto lograron ganar apenas 15 municipios y el año pasado, durante la elección de gobernador, sólo etuvieron más votos que el PRI en uno, hoy no veo porque las cosas puedan ser diferentes, más aún cuando en la izquierda partidista se sigue actuando igual.