Campañas de mentiras
Por Israel Dávila
¿Qué mentira será la más grande, evidente, o reveladora de los actores involucrados en este proceso electoral para renovar gobernador en el estado de México?
Durante poco más de un mes, candidatos, dirigentes partidistas, militantes, gobiernos y autoridades electorales, han hecho un sin fin de afirmaciones, muchas de ellas verdades y otras cuantas mentiras que han sido evidenciadas con el paso de los días.
La más reciente fue la exhibición de Jorge Hank Rhon al priismo mexiquense, quien trató de deslindarse de él, horas después de su detención la madrugada del pasado 4 de junio.
Ese mediodía, del primer sábado de junio, Luis Videgaray líder del priismo mexiquense salió rápidamente a deslindar toda relación del recién detenido Jorge Hank con la campaña de Eruviel Ávila.
Videgaray, nuevo en las lides de la política, pero con mucha experiencia en el terreno de las finanzas, se apresuró a decir que el acusado no había apoyado financieramente la campaña del candidato de la coalición Unidos Por Ti, al gobierno mexiquense, ni tampoco había recibido otro tipo de apoyo. El propio candidato también hizo suya la declaración al referir que no recibía nada del ex alcande de Tijuana.
Días después, el periódico Reforma dio cuenta de que Hank Rhon había mandado operadores al distrito de Zumpango para apoyar la campaña del Eruviel Ávila, e incluso, se puso al descubierto una reunión que sostuvieron estos personajes con el propio Videgaray, para ponerse a sus ordenes en lo que necesitara.
Apenas el lunes pasado, el propio Hank Rhon, quien recuperó su libertad al no haber elementos suficientes para procesarlo por acopio de armas u otro delito, desmintió la declaración de Videgaray y Eruviel, al comentar, sin ningún empacho, que, en efecto, envió a 33 de sus operadores más cercanos a apoyar la campaña del ex alcalde de Ecatepec.
El asunto de la desaparición de la tenencia en el estado también exhibió al PRI en este juego de pretender engañar al electorado. Los adversarios de Eruviel Ávila se encargaron de desenmascarar al priísta en el debate de la semana pasada en Televisa, donde le demostraron que tanto Calderón como Peña Nieto ya habían acordado oficialmente la derogación de este impuesto, primero a nivel federal y luego a nivel estatal. En ese entendido, nada de innovador tenía su principal propuesta de campaña.
Pero no sólo en el PRI se dicen mentiras. El candidato de la coalición Unidos Podemos Más, Alejandro Encinas Rodríguez, se ha cansado de repetir durante toda la campaña que la izquierda unida, como según él se encuentra en torno a su candidatura, jamás será vencida.
Esta unión que pregona Encinas sólo existe en el discurso, porque en la realidad, son varios los grupos del perredismo estatal que no se sumaron de lleno a su campaña, si no basta ver el papel que ha adoptado el líder de la corriente perredista con mayor peso en el estado, Alternativa Democrática Nacional (ADN), el senador Héctor Bautista.
¿Qué ha hecho Bautista por la campaña de Encinas?, ¿En realidad ADN ha trabajado para obtener votos a favor del ex jefe de gobierno o sólo es un mito?’¿Dónde está en trabajo de los chuchistas mexiquenses encabezados por Javier Salinas?¿Y la Uprez y la Ugocem qué papel han jugado en la campaña?¿Por eso Encinas mando traer operadores del Distrito Federal?
Andrés Manuel López Obrador también llegó a decir en sus giras por los municipios mexiquenses, que él acompañaría en campaña a Encinas como candidato, que recorrería el estado codo a codo sus actividades proselitistas, pero para mala o buena fortuna de Encinas esto no paso de ser una expresión como muchas del tabasqueño. López Obrador sólo ha estado presente en el acto de arranque de campaña y nada más. Recorrer el estado juntos quedó en quimera.
Del lado de Acción Nacional, cómo olvidar los mensajes de “no estás sólo” de varias “figuras” del panismo nacional al candidato Luis Felipe Bravo Mena. Todos lo han abandonado. De nada sirvió el famoso relanzamiento hace dos semanas, porque el candidato del blanquiazul sigue rascándose sólo con sus uñas. Ni Gustavo Madero, presidente nacional del PAN, ni los presidenciables, Josefina Vázquez Mota, Santiago Creel, Ernesto Cordero, Alonso Lujambio y Javier Lozano, han hecho algo proactivo por la campaña.
Qué decir el único ex presidente de la república de filiación panista Vicente Fox, quien de plano ya pintó su raya con Bravo Mena al dar como triunfador anticipado al priista Eruviel Ávila. Fox no quiere venir a actos de campaña del ex secretario particular de Calderón, como si lo hizo hace dos años para apoyar la campaña del candidato a presidente municipal de Santiago Tianguistenco.
Y que podemos decir de los gobiernos federal, estatal o municipales que aseguraron se mantendrían al margen del proceso electoral y serían respetuosos de la ley. Por decir lo menos, todas las administraciones , sea la federal, la estatal o las municipales, mantienen su propaganda, cuando la ley expresamente lo prohíbe en periodo de campañas. Lo más, es el descaro con el que actúan para apoyar al candidato de su partido con la entrega de materiales, despensas o cualquier otro apoyo. Se han evidenciado casos de funcionarios del gobierno federal, condicionando apoyos de programas sociales a cambio de que la gente acuda a actos del panista Bravo Mena; se han ventilado videos donde se demuestra que funcionarios estatales piden apoyar al PRI para entregar despensas a cambio.
Y a pesar de estas conductas, la autoridad electoral no hace nada. La misma autoridad que juró hacer valer la ley y que el proceso de desarrollará en condiciones de equidad y transparencia, que es lo menos que ha existido en esta campaña electoral.
En suma, todos los actores han mentido, han dejado que desear, y no han abonado en nada para que la ciudadanía recupere la confianza en sus instituciones, en los políticos y en los partidos. No se sorprendan si la participación del próximo 3 de julio, es de las más bajas de la historia.
