El mejor aliado de Bravo Mena
Por Israel Dávila
La primera semana de campaña no fue nada halagadora para el candidato del PAN al gobierno del estado, Luis Felipe Bravo Mena. No sólo arrancó la contienda en la posición más lejana para ganar, sino que su inicio fue francamente desolador.
Al acto inaugural de sus actividades proselitistas no lo acompañó ninguna figura del panismo nacional y se llegó a decir que tanto el candidato como la campaña estaban abandonadas a su suerte por la dirigencia de su partido, no sólo por la ausencia de Gustavo Madero en los actos del abanderado blanzquiazul, sino por las declaraciones de funcionarios del Comité Ejecutivo Nacional panista, en el sentido de que no se aportaría prácticamente nada de recursos a la campaña del Estado de México.
Bravo Mena ha tenido una semana difícil. Su actividad de proselitismo diario no ha logrado concitar muchas simpatías. Sus actos son desangelados, fríos, como en general el grueso de la gente lo es con el candidato.
El domingo pasado, Bravo Mena tuvo que esperar más de una hora y media para poder iniciar un acto de campaña en el corredor azul, zona donde el PAN fue hegemónico casi durante 15 años. La espera obligada del candidato se dio porque el sitio estaba prácticamente vacío. Se tuvo que mandar traer gente para que al menos ocupara la mitad del sillerio dispuesto.
Pero Luis Felipe Bravo Mena no está solo ni abandonado a su suerte. Desde el jueves anterior, cuando se realizó el primer encuentro entre candidatos al gobierno del estado, en el programa Punto de Partida de Televisa, se pudo observar que tiene un aliado muy importante: el candidato de la coalición Unidos Por Ti, el priista Eruviel Ávila Villegas.
Pocos podrían entender porque el priísta, puntero en la preferencia electoral de cara a los comicios del 3 de julio, compraba una pelea con el panista que nada bueno le dejaría. ¿Qué caso tendría, para el primer lugar de las encuestas, enfrascarse en una disputa con el último lugar de estas? ¿Fue una torpeza liarse con el PAN o un acto premeditado del PRI y su candidato?
De manera personal me inclino por lo segundo, porque pensar en que fue una torpeza resultaría muy ingenuo. La respuesta tiene lógica. Al PRI no le conviene que el PAN siga cayendo en las encuestas y que la contienda por la gubernatura del estado de México se polarice entre dos candidatos. Si esto sucede, Eruviel Ávila, el PRI y sus aliados correrían un alto riesgo. Ellos ya llegaron la cima y difícilmente van a crecer más en la preferencia electoral. Por leyes de física, ahora van a descender, como ya lo están haciendo. En una semana han perdido entre 7 y 9 puntos, mismos que ganó el perredista Alejandro Encinas, quien abandera a la coalición de izquierda Unidos Podemos Más.
Aunque la diferencia entre ambos aun parece abismal –más de 20 puntos–, la campaña, puede traer sorpresas y al final se pueden emparejar. Por eso, al PRI no le conviene que la disputa se dé entre dos candidatos. Necesita una elección de tercios, y en este escenario requiere que el PAN comience a ganar terreno.
Es por ello que Eruviel le compró la bronca a Bravo Mena en ese programa. Es por eso que se enfrascó en dimes y diretes con el panista con la única intención de atraerle reflectores y meterlo en la contienda.
La estrategia del PRI no paró ahí. En los días subsecuentes el tricolor ha iniciado una campaña para responder, al más mínimo ataque del blanquiazul.
Primero lo hizo, dando respuesta a la crítica de la dirigencia panista sobre los excesivos gastos de campaña Eruviel Ávila; luego respondieron a la sugerencia hecha por panistas de que el candidato tricolor recibía apoyos del narcotráfico; después salió el delegado del CEN del PRI, Miguel Ángel Osorio Chong, y ayer lunes el candidato Eruviel Ávila a pedir respeto a los funcionarios federales de extracción panista para que no intervengan en el proceso.
Hoy se tiene programada una conferencia de prensa a la que acudirán el líder nacional del PRI, Humberto Moreira, los dirigentes estatales del tricolor, Partido Verde y Nueva Alianza, acompañados del candidato Eruviel Ávila, para dejar en claro que ya no tolerarán un ataque más del PAN y exigirán, “de una vez por todas”, que Calderón y sus funcionarios saquen las manos de la elección mexiquense.
¿Qué sentido tendría todo esto cuando Eruviel le saca más de 35 puntos de ventaja a Bravo Mena? La única respuesta que me viene a la mente, es que están empeñados en levantarlo a como dé lugar, así sea a fuerza de escándalos y polémicas, como la registrada ayer en la FES Acatlán, donde el panista fue insultado por presuntos estudiantes.
Lo esencial para el PRI es detener la caída del PAN y evitar que la contienda sea de dos. Experiencias en este sentido existen, sino que le pregunten a José Luis Durán e Higinio Martínez.
