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Domínguez Rex. La renuncia.

Crónica de una renuncia anunciada: Domínguez Rex fuera del PRI

Domínguez Rex. La renuncia.

Redacción

Toluca, Edomex. 18 de junio de 2014.- La salida de Raúl Domínguez Rex de la dirigencia estatal del PRI en el Estado de México fue tan abrupta y desolada como su llegada.

El 21 de julio de 2011, apenas habían transcurrido 18 días del triunfo de Eruviel Ávila Villegas como gobernador de la entidad, la dirigencia priísta citó a una reunión de evaluación sobre los comicios de ese año. Con la presencia de presidentes municipales, diputados federales y locales, fue anunciada para asombro de muchos la renuncia de Luis Videgaray como presidente interino, quien fue sustituido esa misma noche por Raúl Domínguez Rex.

Tres meses más tarde, ya en un proceso de elección que debió ser repuesto, Raúl Domínguez rindió protesta como presidente del PRI en la entidad. Era la mañana del 15 de octubre de ese mismo año, cuando el líder sindical se aprestó para erigirse como dirigente priísta junto con su compañera de fórmula, Martha Hilda González Calderón.

Sin embargo, el ungimiento de Domínguez Rex fue un asunto que pasó al tercer plano de la expectación política. Ese mismo día, en la sede priísta, los reflectores fueron atraídos por el exgobernador Arturo Montiel, quien reaparecía en la escena pública por segunda ocasión –la primera había sido en la toma de protesta de Eruviel Ávila- luego de su defenestración política cuando fue acusado de enriquecimiento ilícito.

En segundo lugar, la presencia de Humberto Moreira –entonces dirigente nacional del PRI- atrajo el interés mediático frente a la proximidad en que se encontraba la selección del candidato presidencial priísta, donde ya aparecía un muy aventajado Enrique Peña Nieto.

Raúl Domínguez tuvo una frustrada toma de protesta, donde para colmo de males, Martha Hilda González –al ser más conocida que el priísta- le “robó” el poco posicionamiento mediático del evento de ese sábado.

A lo largo de 20 meses, Raúl Domínguez nunca pudo sobreponerse a su circunstancia política, y generalmente fue comparado con sus antecesores Isidro Pastor y Ricardo Aguilar, sin que pudiera resaltar su imagen pública, o los intentos por construir el liderazgo que siempre otorga el priísmo en una entidad, como el Estado de México, donde representa un bastión electoral, y desde diciembre de 2012, significa la tierra del presidente Enrique Peña.

Todavía en las elecciones presidenciales de 2012, el exgobernador Enrique Peña designó a Raúl Domínguez como coordinador de la campaña presidencial en el Estado de México, junto con sus funciones de presidente del partido, situación que también resultó un fracaso.

A pesar del triunfo alcanzado por Enrique Peña Nieto, el exmandatario mexiquense apenas alcanzó 2 millones 900 mil votos en los comicios presidenciales, lejos de la meta de 3 millones de sufragios, cifra conseguida por Eruviel Ávila un año antes en las elecciones de gobernador.

En un nuevo intento fallido, el más reciente, Raúl Domínguez planteó afiliar a 5 millones de electores al PRI mexiquense, cifra que hasta ahora parece inalcanzable, y que además ha exhibido el uso de recursos públicos y del aparato burocrático del estado, de los municipios y hasta de sindicatos para alcanzar la meta, mediante la coacción de trabajadores para sumarse a esta tarea.

Ante la ola de cambios al gabinete de Eruviel Ávila ocurrida apenas el pasado mes de mayo, de inmediato se puso de manifiesto la inminente renuncia de Raúl Domínguez Rex, la cual finalmente se concretó ayer martes, pero que pasó inadvertida por la euforia futbolística que inunda al país, y que coincidió con el encuentro entre México y Brasil.

Lo cierto es que muy pocos extrañarán la presencia del dirigente priísta, Domínguez Rex, a quien al parecer el encargo del partido le vino muy grande.

 

 

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