Redacción
En la antesala de la contienda presidencial del año entrante, la familia Durán Reveles busca retomar el control político del PAN en el Estado de México, sumido en una crisis de credibilidad y de alta vulnerabilidad electoral, hechos que se han agudizado desde que el hoy senador Ulises Ramírez mantiene la hegemonía al interior de dicho partido político.
En la lucha por las candidaturas al Senado de la República, el jerarca de la familia José Luis Durán se ha inscrito como aspirante a ocupar un lugar en la Cámara Alta a partir de septiembre próximo. En la contienda internar panista, se ha obstaculizado el paso al diputado Oscar Sánchez Juárez, delfín de Ulises, para sucederlo en la Cámara de Senadores, y se ha condicionado su participación en la elección interna a que renuncie a la coordinación del Grupo Parlamentario del PAN en la legislatura local.
En lo que hace a la selección de candidato presidencial, tanto José Luis Durán como Ulises Ramírez han tomado corrientes distintas. Durán apoya fuertemente la candidatura de Santiago Creel, quizá el aspirante con mayores dificultades para ganar simpatías al interior de su partido. Mientras que Ulises se ha inclinado por respaldar a Ernesto Cordero, el delfín de Felipe Calderón, quien se encuentra por debajo de las preferencias electorales que favorecen a Josefina Vázquez Mota, identificada con el grupo político de Luis Felipe Bravo Mena.
En el año que está por concluir, tanto Durán como Ulises fueron precandidatos del PAN a la gubernatura mexiquense; sin embargo, la decisión presidencial de Calderón y la operación política desde el CEN del PAN, obligó a ambos aspirantes a declinar de sus intereses electorales a favor de la candidatura de unidad que benefició a Bravo Mena, ex secretario particular de Felipe Calderón.
No obstante, lo que resta del PAN mexiquense, están en disputa entre eses grupos políticos, donde gran parte del Consejo Estatal lo domina Ulises Ramírez, ex priísta y que ascendió políticamente de la mano de Rubén Mendoza Ayala, ex candidato a la gubernatura mexiquense. Por su parte, la dinastía Durán Reveles busca un giro en la conducción del partido, que les favorezca en las designaciones de candidatos para el año entrante.
El dominio de los Durán al interior del PAN mexiquense se remonta a la década de los noventa, cuando José Luis fue coordinador de campaña del candidato presidencial Diego Fernández de Cevallos en 1994. Dos años más tarde, se convierte en alcalde de Naucalpan, y desde ese bastión electoral se extiende el denominado corredor azul, identificado por municipios gobernados por el PAN, tales como Tlalnepantla, Atizapán, Cuautitlán y Cuautitlán Izcalli, entre otros.
Entre 1996 y 2006, los Durán Reveles ocuparon diversos cargos de elección popular.
José Luis Durán fue alcalde de Naucalpan en un par de ocasiones, en 1996 y 2006 respectivamente. Su hermano Porfirio, fue diputado federal y local entre 2003 y 2009.
Alfredo Durán se desempeñó como alcalde de Cuautitlán Izcalli. Aunque también ocupó cargos municipales en el Ayuntamiento de Toluca. Su esposa Graciela Becerril fue regidora de Cuautitlán Izcalli, años más tarde.
Patricia Durán fue diputada federal. En 2006, fue candidata al Senado de la República -cargo que ahora busca su hermano-, sin embargo la panista perdió frente a la fórmula del PRD, por lo que fue Ulises Ramírez quien tuvo su ingreso a la Cámara Alta por el principio de primera minoría.
Hoy los Durán Reveles buscan retomar ese control político del que han sido desplazados sistemáticamente por otros grupos de poder. La escición interna entre panistas provocó entre otras cosas la debacle electoral del 2009, donde el corredor azul desapareció de la geografía mexiquense, para que el PRI retomara sus fueros y los tiempos del «carro completo», para ganarlo absolutamente todo.
