Redacción
Toluca, Edomex; 25 de febrero de 2021.- La Comisión Especial Electoral aprobó los registros de Carlos Barrera Díaz, Luis Raúl Ortiz Ramírez y Yolanda Ballesteros Sentíes, como candidatos a la rectoría de la Universidad Autónoma del Estado de México.
La noche de este jueves, también se desechó la inscripción de Aurora López Ovando, por incumplir los requisitos de ser investigadora y no tener actividades docentes en los últimos años. Ella analiza impugnar la convocatoria por considerar que dichos elementos están por encima de la legislación universitaria.
De esta forma, a partir del 4 de marzo -un día después del cuarto y último informe de Alfredo Barrera Baca- los candidatos iniciarán la presentación de sus propuestas y planes de trabajo, a través de reuniones presenciales y a distancia, en los distintos planteles académicos de la máxima casa de estudios de la entidad.
De forma inédita, la Universidad Autónoma del Estado de México tendrá más de un candidato para ocupar la rectoría, lo que anticipa una cerrada contienda entre Carlos Barrera Díaz -identificado como el candidato de la estructura gubernamental y el arropo del secretario general de gobierno, Ernesto Nemer-; y Luis Raúl Ortiz -quien es arropado por el grupo dominante de la rectoría-.
La candidatura de Yolanda Ballesteros responde más a un agente distractor, que podría ser identificada como el Plan B de la estructura gubernamental, la cual pretende apelar a la paridad de género para impulsar su aspiración.
La elección del titular de la rectoría se realizará el próximo 14 de mayo, por parte del Consejo Universitario, conformado por representantes académicos y alumnos de los planteles de preparatoria y facultades de la Universidad; junto con los distintos directores de la institución educativa.
En los últimos doce meses, la Universidad Autónoma del Estado de México se ha visto impedida de realizar elecciones respecto de integrantes del Consejo Universitario y de directores en al menos una decena de planteles universitarios, ya sea por los paros académicos ocurridos en febrero del año pasado, y también por la emergencia sanitaria, lo que obligó a ratificar en su encargo a los consejeros alumnos y académicos. Además, un mismo similar de directores concluyó sus funciones, y en su caso fueron designados encargados del despacho.
Esta condición supone el control político del Consejo Universitario por parte del actual rector Alfredo Barrera Baca, y una ventaja técnica para su delfín, Luis Raúl Ortiz Ramírez.
Sin embargo, desde la estructura gubernamental, se insiste en señalar que el control político del Poder Ejecutivo pudiera favorecer a Carlos Barrera, quien pretende instaurar la idea de tener el apoyo de exrectores, burócratas y otras élites políticas que podrían incidir en la definición del próximo rector.