Toluca, Edomex; 23 de septiembre de 2022.- Los grupos más conservadores de la vida pública del Estado de México han ganado la batalla. A pesar de que la izquierda progresista domina en número, la Legislatura del Estado de México desde hace cuatro años; y muy a pesar de ser una disposición nacional, se volvió a cancelar la discusión y aprobación de los matrimonios igualitarios en la entidad más poblada del país, prevista para este viernes. Los derechos civiles no son para todos, particularmente son excluyentes para las minorías.
Con los tiempos electorales encima, está claro que, la mayoría de los grupos parlamentarios decidió evitar el costo político de aprobar los matrimonios entre personas del mismo sexo; y han preferido asumir el costo de no legalizarlo. Aquí se ha impuesto la Iglesia católica, particularmente en una sociedad catalogada como conservadora en la capital mexiquense. A juzgar por la agenda legislativa inmediata, y los tiempos electorales que toman mayor efervescencia pública, no habrá modificación al código civil local en los próximos doce meses.
A partir del mes de abril, cuando arranquen las campañas electorales, será fundamental revisar la plataforma de coaliciones, partidos políticos y candidatos a la gubernatura; y advertir desde su propuesta de gobierno, si hay quien asuma el compromiso de reconocer los derechos civiles para todos. Lo cierto es que, desde ahora se puede anticipar desde la acera panista un rechazo rotundo para temas como matrimonio igualitario e interrupción legal del embarazo. Del resto, no basta con decir que lo apoyan, si no se aprueba legalmente.
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Los tiempos legales para avanzar en la construcción de las coaliciones electorales vencen a mediados de diciembre. Lo que se comienza a agotar son los tiempos políticos, porque las coyunturas de gobierno meterán a los dirigentes partidistas en otra agenda de prioridades. A menor tiempo de negociación, mejor condición para los priístas que impondrán las condiciones de sumarse a su plataforma electoral, y eventualmente a la candidatura que postule su partido político.
El PRI lo tiene muy claro: cederá a la mesa de negociación hasta mediados de noviembre, cuando lo único que reste será tiempo para estampar la firma de los interesados en una coalición. Por ahora, sigue en la renovación de sus estructuras; le falta pedir permiso a Alito para negociar la alianza en Edomex; y junto con Morena, tendrán como distractor la glosa del informe, para mantener la agenda pública en la acera legislativa. El tiempo corre a favor del partido en el gobierno. A los panistas y perredistas, simplemente, los van a chamaquear.
En Morena no corre prisa tampoco. El PT se doblará porque no tiene otra alternativa más que sumarse a la candidatura de Delfina Gómez; en un partido que ya no digamos carece de cuadros, sino hasta de militancia. Y en esa ecuación, se prevé que, desde la dirigencia nacional de Mario Delgado, se articule lo necesario para sumar al Partido Verde, muy a pesar del discurso de su dirigencia local por participar en solitario.
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